Curso de Ciencia Espiritual 3

El universo se seguiría expandiendo y enfriando y pronto vería la luz con la aparición de las primeras estrellas. Las violentas condiciones al interior de las estrellas darían lugar a la aparición de átomos más pesados que hidrogeno y el helio. Estos nuevos tipos de átomos serian luego expulsados al espacio tras de la muerte de estas estrellas constituyéndose en la base para la formación de los planetas.

La integración funcional de átomos daría origen a la aparición de moléculas y macromoléculas. Una molécula es una estructura hecha por la integración funcional de 2 o más átomos; y una macromolécula es similar a una molécula pero con muchos más átomos.

De nuevo, integración funcional significa que se dan las condiciones para que los vórtices de suma atómicos de los átomos de la molécula o macromolécula se integren para crear un vórtice de suma llamado Vórtice Molecular. Este es un vórtice que contiene en su interior los vórtices de suma atómicos conteniendo las PE de átomo, más los vórtices de suma de protones y neutrones dentro de los cuales están encarnadas las PE de protones y neutrones.

El vórtice de suma molecular emite entonces hacia la dimensión espiritual una vibración que es el resultado de la suma de vibraciones de todas las PEs encarnadas en la molécula o macromolécula funcional más las PMFs. Esa vibración ejerce entonces un efecto atractivo sobre las PEs de tamaño proporcional a la suma de PEs ya encarnadas. Una de estas PEs penetra entonces en el vórtice de suma molecular dentro del cual establece una fuerte conexión vibracional con las otras PEs ya encarnadas en los vórtices más pequeños que contiene. Esta por ser una PE más grande que cualquiera de las otras PEs ya encarnadas en esta estructura (incluidas las Partículas Materiales) asume entonces la función de control de toda la estructura físico-espiritual.

Como se puede notar hasta aquí, estructuras complejas de materia están hechas por la integración funcional de estructuras menos complejas de materia, en cada una de las cuales existe una PE encarnada. Las PEs encarnadas son los componentes no visibles de la materia y no pueden ser detectadas con los aparatos y dispositivos diseñados para medir y detectar la materia y las manifestaciones físicas. Las PEs son el componente espiritual de la materia, el alma de la materia.

Note el lector que en la medida que la materia se hace más compleja por adición de nuevos componentes (protones y neutrones se unen y forman átomos, átomos se unen y forman moléculas) espiritualmente también se suman e integran nuevas PEs. Todas estas PEs se conectan vibracionalmente entre sí creando una especie de red de PEs donde en la parte superior se encuentra una única PE conectada a las PEs del nivel de complejidad inmediatamente anterior. Es una red de conexiones vibracionales que se extiende hasta llegar a las primeras PEs encarnadas, aquellas encargadas de establecer el contacto directo con la materia.

Es decir que la mayoría de las estructuras materiales están hechas espiritualmente de verdaderas redes interconectadas de PEs de distintos tamaños.

En el nivel de complejidad molecular encontramos distintos subniveles de complejidad, puesto que una molécula puede estar compuesta de tan solo 2 átomos como el estado molecular de un mismo elemento, o de miles de átomos como en las moléculas de hemoglobina o incluso de ADN.  En cada caso el número de componentes integrados funcionalmente conducirá a la integración funcional de sus vórtices para crear un vórtice de suma de cuyo tamaño dependerá el tamaño de la PE atraída y encarnada en ellas.

Esta correlación entre complejidad material y espiritual será crucial en la posterior aparición de la vida con la integración funcional de moléculas y macromoléculas para dar origen a las protocélulas, precursoras de las células y la vida biológica.

De nuevo, la ruptura de cualquiera de estas estructuras físicas conducirá a la desencarnación de la partícula espiritual de ese nivel.