Curso de Ciencia Espiritual 3

Clase # 57: Evolución de la Materia y Encarnación

Hasta aquí hemos visto que:

 

1)  Las Partículas Materiales Fundamentales (PMFs) son las mismas Partículas Espirituales (PEs) caídas a la dimensión material.

2) Las partículas materiales se expandieron en el Big Bang formando los primeros niveles de organización material del universo representados por protones y neutrones.

3) Cuando se crea una estructura compleja (protón, neutrón, átomo, molécula, célula, etc.) se crean las condiciones para la encarnación de una partícula espiritual.

4) Cuando esa estructura compleja se rompe la partícula espiritual desencarna.

 

La evolución de la materia sin embargo, no se detuvo con protones y neutrones y estos a su vez se integraron junto a electrones para formar una estructura material aun más compleja, el átomo.

Sin embargo, no importa cuán complejas sean las estructuras materiales que se forme no podemos olvidar que todas se forman por integración de las mismas partículas materiales fundamentales.

 

Es más o menos lo mismo que pasa con el juego de lego, podremos crear un rascacielos, o una figura humana con muchos detalles, pero no importa cuán grande o detallada sea esa figura, en esencia siempre será sólo un montón de fichas de lego.

En el caso de la materia, esas fichas de lego con la que están hechas todas las estructuras materiales son las partículas materiales fundamentales. Es decir que las PMFs son los ladrillos últimos que hacen la materia. Son la base de la materia y de todo lo material que existe.

 

Para la Teoría Espiritual la unión de las tres PMFs para formar protones y neutrones se dio como resultado de sus propiedades físicas las cuales a su vez son resultado de su naturaleza intrínseca como elementos de origen espiritual. Es por eso que se unen pero no es una unión simple, sino una unión de afinidades, la misma que conduce a que sus vórtices se integren para crear el vórtice de suma.

 

Esto es muy importante porque es lo que abre el camino hacia su evolución conjunta creando las condiciones para la aparición de la siguiente estructura de complejidad material y espiritual, el átomo.

 

Como dijimos ya, cuando el universo se enfrió un poco más, protones y neutrones se unieron para crear el átomo y con él se formo el vórtice de suma del átomo. El vórtice atómico también conecta las PMFs de la dimensión material con la dimensión espiritual, emitiendo una vibración de suma que ahora es la suma de las vibraciones de las partículas espirituales encarnadas en protones y neutrones.

 

Esta vibración de suma viaja por la dimensión espiritual en busca de otras PEs afines a ella, a las cuales atrae hasta que eventualmente una de ellas penetra el nuevo vórtice de suma quedando atrapada en su interior o encarnada. Es decir, el fenómeno que ya habíamos descrito se repite ahora pero en escala mayor, en una estructura más grande, el átomo. Ahora tenemos un átomo que es una estructura material más grande y compleja con un vórtice de suma también más grande y una PE encarnada que es más grande. Si el lector ha seguido con atención esta explicación notará que existe una tendencia lógica que se repite, en la cual estructuras materiales básicas se integran funcionalmente en forma física y espiritual para crear estructuras más complejas.

Esto es absolutamente importante pues un modelo así no solo explica el origen de la materia y de la encarnación sino que explica también como posteriores estadios evolutivos pudieron dar origen a la vida biológica y eventualmente al ser humano.

 

El concepto clave de resaltar aquí es “INTEGRACION FUNCIONAL”.  No cualquier unión de materia crea complejidad y encarnación. Por decir algo, una roca por grande que sea no es una estructura compleja pues sus partes no están integradas funcionalmente solo agregadas. Mientras que una célula, un insecto, un ave, etc. son estructuras de complejidad donde sus partes están perfectamente integradas. La materia debe integrarse funcionalmente, sus partes deben unirse de formas especiales, debe haber afinidad entre ellas y éstas deben ser capaces de crear algo que es mucho más que la simple suma de sus partes para que crear complejidad.

 

Y puesto que la integración funcional de cosas físicas a su vez crea las condiciones para la encarnación de partículas espirituales más grandes, entonces es fácil inferir que a medida que la materia se hace más compleja también posee encarnadas Partículas Espirituales más grandes y dotadas de mayor proporción de atributos como la inteligencia. Esto apunta a un determinismo evolutivo cuyo norte es un aumento en la inteligencia de la materia organizada; inteligencia que no radica en la materia misma pues como se dijo ésta está hecha solo de articulas materiales fundamentales, sino que radica en las cada vez más grandes partículas espirituales encarnados en esas estructuras complejas de materia.

 

Por esta razón la Teoría Espiritual puede predecir que la evolución material en cualquier lugar del universo o universos eventualmente dará origen a organismos inteligentes, como resultado de la encarnación de espíritus completos como en los humanos.

 

Este es el modelo que desarrollaremos en las siguientes clases.

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