Es altamente posible y prácticamente axiomático. La vida existe bajo la tiranía de los genes que compiten unos con otros por su supervivencia y perpetuación. Es de ellos que existe esa lucha egoísta por la supervivencia y son ellos los que han creado esos mecanismos de control que hacen que cuando el espíritu encarne no pueda recordar nada de su pasado espiritual (llamado por Kardec olvido del pasado), ni tampoco pueda tener conciencia de sí mismo cuando está dormido (estado de confusión). Los genes nos quieren solo enfocados en la egoísta tarea de la supervivencia del cuerpo y nada más.
Pero a medida que la evolución avanza el altruismo se ha ido mostrando como una fuerza muy poderosa para mejorar la supervivencia de la especie y más aún el aporte de la inteligencia del espíritu encarnado. Así, los genes han tenido que ir cediendo para mejorar sus opciones de supervivencia y perpetuación, dándole más libertad al espíritu encarnado y aflojando poco a poco ese control férreo.
Así a futuro, el espíritu encarnado no solo aportará más a la supervivencia del cuerpo a través de su propia inteligencia sino que eventualmente podrá recordar sus vidas pasadas, incluido el conocimiento adquirido al tiempo que podrá conectarse más fácilmente con otros espíritus. Incluso podrá salir de su cuerpo como espíritu consciente para visitar lugares distantes del universo y conocer cómo viven otras civilizaciones.
La evolución de la materia podemos resumirla en progresiones constantes que van de átomos a moléculas, macromoléculas, células, órganos y organismos. Y a partir de organismos con espíritus unidad encarnados como los humanos, podemos ver una progresión de individuos a familias, de familias a clanes, de allí a villas, ciudades estados, países y sociedades planetarias. Una vez en esta última etapa, el trabajo conjunto de toda una civilización planetaria nos dará los medios para buscar a otras civilizaciones dentro de la galaxia para formar sociedades galácticas, que darán paso a las sociedades intergalácticas y finalmente universales. La progresión puede continuar con otros universos si acaso existen múltiples universos en la dimensión material.
Como es arriba es abajo y esta progresión no es más que una manifestación del mismo progreso que adelantan los espíritus formando grupos cada vez más grandes, juntando inteligencias individuales capaces de entender y explicar mejor el complejo fenómeno de la existencia y su relación con El Creador y todo lo que existe.
