¿Qué es armonía? ¿Como la debo entender? ¿Qué relación existe entre armonía y estado vibracional?
¿Qué es armonía? ¿Como la debo entender? ¿Qué relación existe entre armonía y estado vibracional?
Continuando con el estudio de La Teoría Espiritual, vamos a responder ahora a estas preguntas que son fundamentales para entender la propuesta teórica planteada en el libro.
¿Qué es armonía? ¿Cómo la debo entender? ¿Qué relación existe entre armonía y estado vibracional?
Armonía dentro de la Teoría Espiritual (TE) se refiere al estado que resulta de la forma como el espíritu concibe y expresa sus atributos de creación, y resultado de ello el espíritu vibra de una forma tal que es resultado de su armonía. Veamos esto por partes.
El espíritu fue creado por El Creador con tres atributos fundamentales que son: Amor, Inteligencia y Libertad. Todos y cada uno de nosotros somos el resultado de la combinación de estos tres atributos. Sin embargo, los espíritus no son solo una extensión de El Creador, sino que somos seres independientes de aquel. El Creador nos dio individualidad, es decir nos otorgo el privilegio de ser y existir. De ser únicos y distinguibles de los demás espíritus. No hay dos espíritus iguales aunque hayamos sido creados todos con los mismos tres atributos. Eso es fácil de verse, basta con compararnos con otras personas. No existen dos seres absolutamente idénticos en su forma de ser y pensar. Ni siquiera los gemelos idénticos poseen algún grado de parecido en su personalidad. Es fácil en ellos también reconocer que aunque sean físicamente muy parecidos, en cada uno habita un espíritu distinto.
Volvamos a los atributos del espíritu. Tenemos esos tres atributos pero también tenemos la libertad para interpretarlos y usarlos. Algunos seres encarnados por ejemplo están convencidos que solo ciertas razas pueden alcanzar grandes desarrollos inteligentes mientras otros creen que la libertad absoluta es peligrosa y por eso defienden el control de las personas. Algunos otros piensan que el amor debe condicionarse solo a los de su tipo y no a otros; o solo debe amarse a los que creen lo mismo que ellos y odiar y destruir a los que piensan distinto. Estos ejemplos denotan las variadas formas en que los espíritus encarnados expresan sus atributos. Sin embargo no fue siempre así. Cuando fuimos creados los atributos recibidos del creador estaban en perfecta armonía y se expresaban en el espíritu en su máxima forma.
Por ejemplo, el espíritu recién creado aunque no sabía aun nada de todo era armónico porque en él se expresaba su atributo inteligencia en su máximo estado, es decir, era capaz de aprenderlo todo. En el espíritu recién creado la libertad era natural así como era capaz de entender y respetar la libertad de los demás; y el amor en el espíritu recién creado se esparcía generosamente a todos los espíritus que lo rodeaban, por quienes sentía una enorme afinidad y respeto. Es decir, el espíritu recién creado en la dimensión primaria expresaba sus atributos en su máxima forma. No como sucede con tantos seres encarnados ahora que limitan y distorsionan el valor de sus propios atributos creando hondas diferencias que son la causa de tantos conflictos y sufrimiento.
Para nadie son extrañas las guerras religiosas que hemos tenido a lo largo de la humanidad donde los creyentes de una religión acusan de infieles a los de otras religiones y los persiguen para exterminarlos. Tampoco son extrañas las creencias ancestrales de unas razas (la blanca por ejemplo) considerándose superior a otras (negras o asiática por ejemplo) y por lo tanto buscando justificaciones anatómicas, culturales, etc para mantenerlas. Ni mucho menos son ajenas a nuestra realidad cotidiana las guerras fratricidas que se han generado recientemente en algunos pises suyos habitantes reclaman la libertad de decidir y escoger el destino de sus sociedades mientras sus líderes tiránicos buscan a toda costa mantener el estado de sumisión y control (por ejemplo en Túnez, Egipto, Libia y recientemente en Siria).
Pues bien, cuando el espíritu le da a sus tres atributos el valor máximo, entonces esos atributos se integran en el produciendo un estado de máxima armonía. Es decir, los atributos están armonizados. Y esa perfecta armonía de sus atributos hace que el espíritu vibre de una forma muy elevada. Es una vibración tan elevada que lo ubica de forma natural en la dimensión propia de ese estado vibracional tan alto: la dimensión primaria. Resultado de un estado de armonía tan alto y por consiguiente una vibración tan elevada es que el espíritu se percibe brillante mediumnímicamente como un ser radiante, puro. Es un estado al que nosotros denominados como de bien; bien en su máxima expresión. En un estado así el espíritu es positivo, fraterno, compasivo, noble, amoroso, con una gran claridad para entender lo que sucede a su alrededor (es decir una gran inteligencia); es capaz de expresar un gran amor por todos los seres que lo rodean incluso los más atrasados y perversos por quienes jamás siente o podría llegar a sentir nada distinto a su amor de hermano. En ese estado de perfecta armonía el espíritu no solo reconoce su estado de total libertad sino que también entiende y acepta la libertad que es propia y natural de todos los otros espíritus, incluidos los más atrasados.
Lamentablemente no todos los espíritus logramos mantener ese estado de perfecta armonía de sus atributos (y me incluyo porque todos los espíritus que estamos encarnados somos espíritus con estados de armonía alterada). Se sabe por las investigaciones mediumnímicas realizadas por la Escuela Científica Basilio, que una gran masa de espíritus vió alterada la armonía de sus atributos. Fue un evento sumamente extraño, pues fue una consecuencia imprevista e insospechada de actos inicialmente planeados positivamente. No es fácil entender esto, pero baste solo con indicarle al lector que algo que empezó con una buena intensión finalmente produjo consecuencias no deseadas que afecto la armonía de una gran cantidad de espíritus.
No sabemos exactamente que sucedió, pero como resultado de ello, los conceptos de amor, libertad y la misma inteligencia de los espíritus involucrados se vieron alterados (cabe aclarar que no todos los espíritus experimentaron este accidente). Digamos solo a manera de ejemplo que para algunos espíritus de aquel entonces de pronto ya no creían que la inteligencia era o debía ser igual para todos sino que era un privilegio de algunos, incluyéndolos a ellos. Para otros el amor ya no debía ser el mismo para todos los seres sino que de pronto conceptuaron que este solo lo merecían sus “amigos más cercanos”. Y la libertad para otros espíritus, se convirtió en una utopía y por lo tanto debía ser solo para los que ellos concebían como mejores que otros. De nuevo, estos son solo ejemplos didácticos.
Así, cuando estos espíritus dejaron de expresar uno o más de sus atributos en su máxima forma también alteraron su armonía natural. Esto al mismo tiempo produjo en ellos un estado vibracional que ya no era tan elevado como al comienzo y los espíritus afectados comenzaron a vibrar de forma más baja o des armónica. Esto no solo altero su concepción de los valores intrínsecos del espíritu sino que los hizo incompatibles con la dimensión primaria que es de perfecta armonía. Por esta razón los espíritus afectados se fueron desvaneciendo de la dimensión primaria y pasaron a existir a una dimensión vibracional más baja llamada Dimensión Espiritual, donde lamentablemente las cosas solo empeoraron.
Concretando, armonía es lo que resulta de la forma como los espíritus conciben o valoran sus atributos. Es una armonía elevada cuando el espíritu concibe el amor, la inteligencia y la libertad en su máxima expresión y es una armonía alterada o desarmonía cuando el espíritu condiciona sus atributos quitándoles su valor puro y limitándolos en cualquier forma.
Una armonía elevada produce un estado vibracional elevado y una armonía alterada o desarmonía produce un estado vibracional alterado o bajo que será más bajo entre mas disociados estén sus atributos.
Fraternalmente
Eduardo Sanz
