Por qué nos creó Dios?

Por qué nos creó Dios?

¿Por qué nos creó Dios? ¿Por qué motivo? estaba aburrido ¿o todo lo contrario?

Esta es una pregunta sumamente difícil de responder. Básicamente porque para entender el propósito de El Creador tendríamos primero que entenderlo completamente, y eso no es posible para seres que somos solo el efecto de la causa que es El mismo. Tal vez podríamos aproximarnos un poco a entender esas razones si al menos gozáramos de la completa armonía de nuestros atributos; pero en este momento los espíritus encarnados, y aun la mayoría de los que habitan la dimensión espiritual, padecemos las consecuencias de poseer un estado alterado de armonía que limita aun mas nuestra habilidad de comprender cuestiones de esta complejidad.

Por otro lado, el estado de encarnados en que nos encontramos implica que estamos bajo el poderoso control de la mente que incluso controla nuestra habilidad para recordar nuestro pasado espiritual. Esto nos deja sin muchos de los elementos cognoscitivos esenciales para tener un mejor entendimiento de la dimensión espiritual, y la dimensión primaria, cualquiera sea el nivel de recuerdos que aun conservemos de ella en la dimensión espiritual como no-encarnados.
Los autores de la Teoría Espiritual solo a manera didáctica, tratamos muchas veces de brindarle una explicación a este hecho.
Obviamente no creemos estar ni siquiera cerca de una explicación verdadera pero a manera de ejercicio te cuento algo de eso.
Una idea que se nos ocurrió fue que El Creador nos creó con la intención de explorar más acerca de si mismo a través de la individualidad de los espíritus por El creados. Es como tratar de verse a sí mismo desde la perspectiva de otras individualidades conscientes y no necesariamente la suya. Pero no parece una razón muy válida si partimos de la premisa básica de que El Creador es perfecto y fruto de esa perfección debe saberlo todo. Aunque podríamos estar equivocados.

Un hecho que hemos notamos con creciente interés es por ejemplo la tendencia evolutiva que inferimos cuando observamos la naturaleza, según la cual todo parece moverse de lo sencillo a lo complejo y de lo individual a lo colectivo. Es como si la tendencia natural de todo lo que existe apuntara hacia la creación de grupos cada vez más grande e inclusivos de seres. Grupos donde las inteligencias individuales de sus miembros se integran en un propósito para entenderlo todo mejor, para comprender mejor nuestra realidad y las otras realidades. Es como si estuviéramos creando una gran inteligencia colectiva, una superinteligencia donde la individualidad no se pierde sino que la enriquecen. Una superinteligencia basada en la armonía de seres individuales que son capaces de mantenerse unidos en propósito al tiempo que usan su atributo inteligencia para mejorar la comprensión global de todo lo que nos rodea.

¿Y si así fuera hacia donde apunta todo esto? No lo sabemos. Tal vez sean ciclos de grandes masas de espíritus formando estas superinteligencias colectivas que luego se separan y se llevan su experiencia para formar nuevas inteligencias colecticas con otros seres poseedores de otras experiencias. Y si como dice Kardec la creación de espíritus no fue un evento único sino que es un continuo de El Creador, entonces el tamaño y extensión en “tiempo” y espacio de estas superinteligencias no tendría un límite real y cada vez seriamos más sabios y conocedores en una proyección que se extiende al infinito…

Como te digo, estamos aun muy distantes de tener el estado ideal para tener una aproximación algo clara a la respuesta que buscas, pero eso no obsta para que al menos lo intentemos.

Fraternalmente

Eduardo Sanz

 

Author: ISRSP

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