Periespíritu y Pericuerpo

Periespíritu y Pericuerpo

Para quienes están familiarizados con el estudio del fenómeno espiritual los términos, periespíritu y pericuerpo son familiares. El primero se refiere a una especie de envoltura que rodea al espíritu y el segundo a una envoltura similar que rodea al cuerpo físico en que éste está encarnado.

En ellos, se dice, quedan de alguna forma plasmadas en forma de manchas “legibles” las acciones negativas realizadas por el espíritu, razón por la cual éste va perdiendo brillo tornándose oscuro a medida que el espíritu comete mas errores, mientras a medida que el espíritu progresa estas manchas se van disipando dejando una envoltura mas prístina que poco a poco muestra más brillo.

 

Estas estructuras no son solo un elemento teórico dentro del estudio del fenómeno espiritual sino que gracias al uso de la mediumnidad vidente constituyen una estructura real que el médium puede observar no solo recubriendo al espíritu (periespíritu) sino también recubriendo al cuerpo (pericuerpo), si bien ambas estructuras son de naturaleza puramente espiritual.

Siendo entonces estructuras verificables con ayuda de la mediumnidad, la Teoría Espiritual se dio a la tarea de estudiarlas y buscar un modelo que pudiera explicarlas de forma lógica y coherente con sus supuestos. En los siguientes párrafos presentaremos la explicación que esta teoría ofrece al origen y existencia del periespíritu y pericuerpo.

De acuerdo con la Teoría Espiritual tanto el periespíritu como el pericuerpo están relacionadas, así que para entender ambas estructuras debemos comenzar por explicar la que podríamos llamar la estructura primaria, el periespíritu, pues el espíritu fue primero y anterior a la encarnación y por ende al pericuerpo.

Naturaleza del Periespíritu:

Para entender que es el periespíritu primero debemos entender que es el espíritu y como manifiesta su existencia.

El espíritu es la unidad inteligente y consciente de sí misma creada por El Creador o Dios. Para su creación El Creador plasma en una fracción finita de fluido la esencia de sus propios atributos: Amor, Inteligencia y Libertad. Cabe destacar que dentro de la ciencia espiritual publicada por la Escuela Científica Basilio Dios o El Creador siempre ha existido y con él el fluido espiritual, una especie de substancia inerte y sin atributos que lo llena todo.

Por su origen esos atributos se expresan en el espíritu recién creado en perfecta armonía, lo cual implica que se relacionan en perfecta armonía haciendo que el espíritu vibre de una forma elevada o armónica. Esta es la razón por la cual el espíritu despierta a la existiendo compartiendo la misma realidad de perfecta armonía en que existe El Creador, si bien sabiendo nada de todo dada su total falta de experiencia en la existencia. Es como lo explicaron los espíritus a Kardec, los espíritus fueron creados sencillos e ignorantes.

Es importante entonces resaltar aquí que todos los espíritus vibran y esa vibración es el resultado de la forma como interactúan sus atributos de creación AMOR, INTELIGENCIA Y LIBERTAD. Así para que un espíritu vibre en la máxima armonía de sus atributos debe –por su propia iniciativa y decisión- expresar un amor inmenso por todos los demás seres de la creación; debe existir en la total libertad de su individualidad al tiempo que entiende y acepta el derecho de los demás seres de la creación a existir en el mismo nivel de libertad; y debe poseer una inteligencia capaz de aprender y comprender toda la compleja gama de interacciones entre los espíritus y de estos con El Creador, lo cual implica una búsqueda constante por adquirir el conocimiento necesario para ello.

Un espíritu capaz de expresar en grado sumo sus atributos pues, es un espíritu que vibra de una forma muy elevada, vibración que trasciende los límites de su individualidad para plasmarse en el fluido que lo rodea modificándolo en todo su contorno para dar origen a esa envoltura de fluido llamada el periespíritu.

Convenimos entonces hasta aquí que los espíritus recién creados están compuestos de una fracción limitada de fluido dotado de atributos y que todo esto sucede en la dimensión espiritual, única que existía entonces. Por consiguiente, no habían mundos materiales, no habían galaxias, ni planetas ni estrellas ni nada material. No había cuerpos y de acuerdo con la videncia, esos espíritus apenas si podían describirse como un foco de luz (por su armonía) de un tamaño similar al puño de una mano o por comparación de un volumen cercano a los 200 cm3.

¿Qué pasaría entonces si un espíritu, en la libertad de su existencia altera de alguna forma sus atributos? Por ejemplo ¿Si un espíritu deja de amar a todos los demás seres de la creación en forma igual, o en algún momento llega a concebir que tiene más derecho que otros a ocupar ciertos espacios por encima de otros, o se cierra a las claras ideas de otros que le muestran una verdad objetiva por mantenerse en sus ideas poco claras?

Pues bien, cualquiera de esas acciones (son solo un ejemplo ilustrativo) que alteran la expresión de su correspondiente atributo, también alteran de paso la forma como estos se relacionan entre sí. Por consiguiente el resultado de la interacción de sus atributos ya no será completamente armónica sino que constituirá una vibración más baja, menos armónica que igualmente se plasmara en el fluido que lo rodea mostrándolo como un ser de menos luz o incluso sin luz dependiendo que tanta  desarmonía alcancen sus atributos .

Volviendo brevemente a la creación del espíritu queda claro entonces que el espíritu despierta a la existencia en estado de perfecta armonía dado que sus atributos están en estado de perfecta armonía por provenir de El Creador, pero a medida que el espíritu va comprendiendo mas su entorno y adquiriendo conciencia más clara de sí mismo, esos atributos dejan de ser la manifestación propia de El Creador para ser el resultado de la expresión libre del espíritu, de lo que éste decide ser y entender. El espíritu adquiere la completa responsabilidad por lo que piensa y por lo que expresa.

No se sabe con certeza como sucedió pero una gran masa de espíritus no solo alteró la armonía perfecta de sus atributos sino que llegaron a crear grandes rivalidades con otras masas de espíritus que pensaban distinto. Esto dio origen a confrontaciones de las cuales emergieron las denominadas fracciones o partículas espirituales. Fracciones de espíritus cuyos tamaños iban desde el tamaño cuántico hasta el tamaño de un espíritu.

Cada elemento espiritual, sea unidad o partícula posee una cantidad proporcional a su tamaño de los tres elementos constitutivos primarios: Amor-Inteligencia-Libertad. Por consiguiente también poseen una fracción proporcional de conciencia de sí mismo. Y como ya se explicó de la forma como esos atributos se relacionen surge la vibración que  identifica de forma única e inequívoca a cada elemento espiritual, vibración que como explicamos antes, se plasma en el fluido espiritual que rodea al espíritu o la partícula haciéndolo vibrar para constituir su envoltura espiritual o periespíritu.

Es importante aclarar de nuevo que la forma del espíritu en su estado natural es la de una pequeña porción de fluido que irradia mayor o menos luz dependiendo de su elevado o bajo estado de armonía, resultado de cómo ese espíritu expresa sus atributos constitutivos.

Por lo anterior, el periespíritu no es en realidad la forma del cuerpo físico con la que describen los médiums videntes al espíritu desencarnado. Esa forma es más bien la proyección que emana un espíritu cuando se identifica a sí mismo con la forma física que tuvo en su última encarnación. Es decir, que la forma física que el médium vidente vé en los espíritus es la lectura que hace el vidente de lo que el espíritu cree ser (cuando es un espíritu aun muy influenciado por la experiencia física)  o la forma que un espíritu un poco más avanzado quiere mostrar como ayuda para su identificación.

Habiendo aclarado y explicado de forma lógica qué es el periespíritu, ya podemos pasar a explicar de forma similar que es el pericuerpo.

Naturaleza del pericuerpo

Para entender el pericuerpo es necesario primero entender que es la materia y la encarnación, pues el pericuerpo está directamente relacionado con los elementos espirituales encarnados en la estructura material.

Toda la materia, desde las enormes galaxias hasta los diminutos átomos está hecha de lo mismo: Partículas Materiales Fundamentales que son de tres tipos: Quarks, Leptones y Bosones. Estos tres tipos de partículas extremadamente pequeñas son los ladrillos fundamentales de lo que está hecho todo lo que existe, llámese átomo, planeta, estrella, galaxia o rayo de luz.

De acuerdo con La Teoría Espiritual estas partículas materiales fundamentales por su origen espiritual conservan una relación de dependencia con las demás partículas espirituales que no se transformaron en materia y continuaron existiendo en la dimensión espiritual. Es decir que podemos tener partículas materiales transformadas en materia así como también partículas espirituales que aun existen y vibran en la dimensión espiritual.

Por efecto de la evolución universal, en los comienzos del universo 3 partículas materiales comenzaron a asociarse para formar protones y neutrones, tres tipos de partículas materiales de estas dio origen al protón, y la unión de otros tres tipos distintos originó los neutrones. Sin embargo, esta unión física generó un fenómeno inesperado, su unión física resultado de un cierto nivel de afinidad de origen, también produjo una unión de sus vibraciones naturales, las cuales trascendieron a la dimensión espiritual constituyéndose en una fuerza atractiva capaz de acercar y retener a una partícula espiritual afín a ellas. Este fue el comienzo de la encarnación, que no es más que la integración temporal de elementos de dos dimensiones distintas (la dimensión material y la dimensión espiritual).

Luego por efecto de la evolución protones y neutrones portando ya una partícula espiritual encarnada se integran por efecto de su afinidad para dar origen al átomo. De nuevo esa integración física lleva a una integración espiritual sumando sus vibraciones que igual trascienden a lo espiritual atrayendo y reteniendo una nueva partícula espiritual que constituye la partícula espiritual de átomo o partícula espiritual encarnada en el átomo. Este fenómeno se repite en forma similar con moléculas, macromoléculas, células y órganos creando no solo estructuras más complejas físicamente, sino también espiritualmente. Es decir, que todas las estructuras materiales son en realidad estructuras hibridas físico-espirituales. En toda forma de materia ocurre encarnación.

¿Cómo se relaciona esto con el pericuerpo?

Un protón posee una partícula espiritual encarnada que vibra y al hacerlo crea una envoltura espiritual que rodea aparentemente al protón dando origen a su pericuerpo y lo mismo pasa con el neutrón. Pero cuando ambas se integran para formar el átomo, también integran sus respectivos pericuerpos  creando así un pericuerpo que es la suma de ambos dando origen al pericuerpo del átomo.

Con esta explicación ya es posible de forma sencilla y coherente entender cómo se forma el pericuerpo de todas las demás estructuras materiales. Por ejemplo, una molécula como la glucosa hecha de 6 átomos de carbonos, 12 átomos de hidrogeno y 6 átomos de oxigeno (C6H12O6) tendrá 24 partículas espirituales de átomo integradas espiritualmente (6 partículas espirituales encarnadas en los átomos de carbono, 12 en los de hidrogeno y 6 en los de oxigeno), y todas esas partículas espirituales sumaran sus vibraciones para formar una vibración de suma única que envuelve y protege a toda la molécula de glucosa. Este será el pericuerpo de la molécula de glucosa. E igual pasa con una célula que también tendrá su pericuerpo de célula formado por la suma de los pericuerpos de todas sus subestructuras, macromoléculas, moléculas y átomos.

Con esta lógica ya podemos explicar el pericuerpo de un ser humano por ejemplo. El cuerpo humano es una estructura sumamente compleja, hecha de trillones de células cada una de las cuales posee su propio pericuerpo.

Esto implica que cuando esos trillones de células se integran físicamente para formar el cuerpo, espiritualmente también integran sus pericuerpos para formar un pericuerpo de suma que es la suma de todos los pericuerpos de sus células. Así, cuando una célula nace, suma su pericuerpo al del resto del cuerpo y cuando una célula muere su pericuerpo se desintegra y deja de ser parte del pericuerpo general del cuerpo.

El  pericuerpo es entonces una estructura espiritual que rodea el cuerpo físico y cuya vibración es absolutamente única para ese ser humano e irrepetible. Es la envoltura que lo protege y aísla de la acción de otros elementos espirituales que para poder penetrarlo tendrían que romper esa coherencia vibracional, algo solo posible cuando la persona les da entrada a su cuerpo, como cuando consume drogas, alcohol, o venenos en general. O cuando debilita esa estructura con sus pensamientos y acciones negativas.

Conclusión:

En conclusión el periespíritu es la manifestación vibracional de la vibración del espíritu sobre el fluido que lo rodea siendo el pericuerpo la suma de los periespíritu de todas las partículas espirituales encarnadas en una estructura física.

 

 

Author: ISRSP

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