Olvido del Pasado y Olvido del Presente
Una de las muchas consecuencias del fenómeno de la encarnación tiene que ver con el olvido completo del pasado, es decir, el espíritu que encarna experimenta un olvido temporal de toda su historia pasada como espíritu por mecanismos desconocidos. Ya se trate de su vida espiritual o material anterior a la actual encarnación los recuerdos del espíritu quedan completamente inaccesibles para él, que entonces se ve reducido a ser un ser espiritual, unido a su cuerpo con la plenitud del grado de inteligencia alcanzado hasta ese momento de su existencia, pero sin las memorias que le permiten expresarla plenamente y reconocer su individualidad. Así es como nace el espíritu a la vida material en el cuerpo del bebe, que a medida que crece adquiere un nuevo cumulo de recuerdos que a la postre le servirán de sustrato para manifestar esa inteligencia y recuperar la conciencia de sí mismo.
Aunque este tema tiene muchas aristas, quisiera enfocarme específicamente aquí en un hecho que me ha llamado mucho la atención: ¿Es el olvido del pasado un fenómeno que solo le ocurre al espíritu al momento de la encarnación o se trata de un mecanismo permanente que afecta también sus nuevos recuerdos durante la vida física?
La inquietud surge a partir de algunos casos clínicos que se han convertido en el caballito de batalla de los escépticos para negar la existencia de un alma o espíritu. Según el argumento de los escépticos:
• Si existiera un espíritu inteligente por fuera de la materia, entonces este sería el depositario de todos los recuerdos nuevos que adquiere el espíritu durante su vida de encarnado. En consecuencia jamás perdería esos recuerdos ni aun cuando el cerebro experimente daños ya que el espíritu es distinto al cerebro. Sin embargo, cuando enfermedades como el Alzheimer dañan el cerebro, los recuerdos se pierden, lo que implica que el ser consciente es el cerebro y que no existe ningún ser espiritual por fuera de este.
No podemos negar que el argumento es poderoso, pero lejos de convencernos de la no existencia del espíritu lo que hace es invitarnos a la reflexión para descubrir nuevas verdades acerca del fenómeno de la encarnación.
Mi interpretación es la siguiente:
• Cuando el espíritu encarna se activa un mecanismo desconocido que bloquea temporalmente todos sus recuerdos del pasado, esto lo deja en claro Kardec cuando dice en El Libro de los Espíritus (pregunta 399 ) “Una vez reintegrado a la vida corpórea, el Espíritu pierde en forma temporaria el recuerdo de sus existencias anteriores, como si un velo se las ocultara.” La palabra clave aquí es “temporaria” porque esos recuerdos no desaparecen del todo ya que después de la desencarnación el espíritu los recupera, así que los recuerdos en realidad no se pierden sino que se bloquean. Debido a este bloqueo de los recuerdos el espíritu nace como el disco duro de una computadora nueva: en blanco. Es decir, sin un solo recuerdo pero listo a grabar los nuevos recuerdos adquiridos durante su diario vivir.
La pregunta clave entonces es, como o en donde almacena el espíritu encarnado sus nuevos recuerdos? Existen dos opciones: 1. En el espíritu mismo y 2. En alguna otra estructura asociada al cuerpo, por decir algo, asociada al cerebro puesto que es el órgano que al dañarse afecta los recuerdos. Si la primera opción es cierta, es decir, el espíritu almacena sus nuevos recuerdos en el espíritu, entonces ¿Por qué daños del cerebro como los producidos por el Alzheimer causan que este pierda sus recuerdos?
Si la segunda opción es cierta y los recuerdos durante la vida de encarnado del espíritu se almacenan en alguna estructura asociada al cerebro, entonces eso explicaría por qué se pierden los recuerdos cuando el cerebro se daña. Sin embargo esto implicaría que luego de la muerte del cuerpo todos los recuerdos de la vida se pierden con la muerte del cerbero y el espíritu no podría conservar ninguna memoria de lo que fue su encarnación, y eso sabemos que no es cierto ya que toda la obra de Kardec está llena de diálogos con espíritus que cuentan detalles de lo que fue su última encarnación e incluso encarnaciones anteriores (El Cielo y el Infierno, Obras Póstumas, El Libro de los Médiums, etc).
Entonces si no es en el espíritu y no es en alguna estructura asociada al cuerpo ¿Como resolvemos esta aparente paradoja? La respuesta en mi opinión es que el espíritu almacena sus nuevos recuerdos durante la encarnación en ambos sitios: el espíritu mismo y un órgano o estructura asociada al cerebro que algunos científicos (http://es.wikipedia.org/wiki/Mente) han propuesto llamar La Mente.
En mi opinión:
1. Cuando el espíritu encarna sus recuerdos pasados se bloquean.
2. Nuevos recuerdos son adquiridos y almacenados en dos lugares distintos: En El espíritu mismo y la mente asociada al cerebro.
3. Aunque los recuerdos se almacenan por duplicado solo los recuerdos de la mente quedan disponibles para el espíritu durante su vida de encarnado mientras que los recuerdos que almacena el espíritu en si mismo son bloqueados también y solo los recupera luego de la desencarnación cuando el espíritu vuelve sobre si.
4. Al vivir el espíritu encarnado solo de los recuerdos de la mente asociada al cerebro, cuando el cerebro se daña por causas físicas se produce un efecto sobre la mente que está asociada al cerebro. Así se pierden temporalmente para el espíritu esos recuerdos como sucede en el Alzheimer y otras enfermedades.
5. Esto implica que el bloqueo de los recuerdos almacenados en el espíritu mismo no solo sucede al momento de la encarnación sino que es un mecanismo activo durante toda la vida de encarnado del espíritu. Así al quitarle la posibilidad de recordar lo almacenado en sí mismo el espíritu se ve obliga a vivir de los recuerdos almacenados en su mente.
6. Cuando se produce la muerte o desencarnación, el cerebro muere y la mente desaparece llevándose consigo todos los recuerdos almacenados en ella. Sin embargo cuando el espíritu vuelve sobre si luego de la turbación o confusión de la desencarnación no solo recuerda todo su pasado anterior a la encarnación que termina, sino que además recupera todos los recuerdos asociados a esa última encarnación y que fueron bloqueados permanentemente a medida que se producían.