Lucidez terminal y experiencias al borde de la muerte comparten una misma explicación desde la perspectiva de la Teoría Espiritual
Personas con esquizofrenia, Alzheimer y otras condiciones que causan un deterioro grave de la estructura cerebral y por consiguiente de las funciones mentales, ocasionalmente recuperaron de manera inexplicable para la ciencia médica, la memoria y la “claridad mental” o mejor la consciencia de si mismos y de su entorno poco antes de morir. Según la ciencia médica su mente parece sorprendentemente volverse completamente coherente, incluso cuando su cerebro se deterioró de manera importante.
Pacientes que ni siquiera recordaban su propio nombre durante años pueden reconocer repentinamente a sus familiares y tienen conversaciones normales con ellos sobre el pasado, presente y futuro. La ciencia médica propone explicaciones pero evidentemente son insuficientes.
En este artículo pretendo ampliar la explicación que la Teoría Espiritual da al fenómeno de la lucidez terminal y experiencias al borde de la muerte.
En primer lugar demos un repaso a los hechos. Para que se produzca el fenómeno de lucidez terminal o experiencia al borde de la muerte deben cumplirse las siguientes condiciones:
●Deterioro notable o inactivación de las funciones cerebrales.
●Que los pacientes se ubiquen en una condición médica cercana a la muerte. Hay relatos de pacientes a los que se les retiró el soporte vital y pudieron manifestar un surgimiento transitorio de la actividad encefalográfica (actividad eléctrica del cerebro) cuando la presión sanguínea se pierde inmediatamente antes de la muerte.
En cuanto a la explicación que la ciencia médica puede dar a estos fenómenos, existen dos posiciones claramente diferenciadas. La primera presenta una explicación basada en procesos fisiológicos, la cual se puede resumir así:
● Que la lucidez terminal o retorno fugaz de algunas funciones cerebrales en diferentes desórdenes mentales, pueden resultar de diferentes procesos fisiológicos dependiendo de la etiología de las enfermedades, es decir que algunas partes del cerebro que se encuentran inactivas por una determinada patología, se reactivan a través de una liberación de presión ejercida por las lesiones que ocupan el espacio intercraneal a causa de la disminución del tejido cerebral o por una sobrecarga eléctrica sobre algunas zonas del cerebro. Esta posición es apoyada por investigadores como el Dr. Michael Nahm, el Dr. Bruce Greyson, el Dr. Emily Williams Kelly, todos de la Universidad de Virginia; y el Dr. Elendur Haraldsson de la Universidad de Islandia. En lo que respecta a las experiencias al borde de la muerte, los neurocientíficos manifiestan que son debido a que los pacientes escuchan y memorizan situaciones relacionadas con sus intervenciones luego que recuperan la actividad cerebral y crean imágenes mentales que creen haber vivido durante el momento en que permanecían bajo una muerte clínica inducida.
En segundo lugar, está la postura de los que afirman que mente y cerebro no son la misma cosa que se puede resumir de la siguiente manera:
●Que la mente existe aparte del cerebro. Según el Dr. Scott Haig testigo de algunos casos de lucidez terminal, debe existir una consciencia cuya existencia es independiente del cerebro. Esta explicación es acogida por diferentes neurocientíficos que han estudiado el fenómeno de experiencias al borde de la muerte, en las que pacientes con actividad cerebral nula o casi nula refieren recuerdos vívidos acerca de conversaciones o situaciones que se desarrollan en su entorno, o narran sueños o experiencias que han experimentado en el intervalo de tiempo en que son declarados clínicamente muertos.
Es difícil imaginar cómo un cerebro tan gravemente dañado (o casi inexistente) o inactivo, podría permitir que una persona refiriera coherentemente recuerdos y se comunicara, sin embargo la Ciencia Espiritual apoyada en la Teoría Espiritual tiene una explicación coherente, que afirma que la consciencia del ser reposa en el espíritu y no en la mente o en el cerebro.
Revisemos los hechos, el paciente que experimenta el fenómeno de lucidez terminal o experiencia al borde de la muerte presenta una actividad cerebral gravemente disminuida ya sea por deterioro de los tejidos o por muerte clínica inducida. La Teoría Espiritual plantea una explicación coherente a estos fenómenos basada en sus postulados acerca de la relación espíritu, mente, cerebro y consciencia, estos son:
●La consciencia reposa en el espíritu y es independiente del cerebro, la mente es una interface que permite al espíritu comunicarse con su cuerpo al cual se encuentra unido por el vínculo de la encarnación, y con el mundo físico que lo rodea.
●La mente es el componente espiritual encarnado en el cerebro y su existencia está intimamente ligada a la existencia del cerebro.
●La mente obedece a las demandas de los genes que controlan las neuronas cerebrales.
●Una de las principales funciones de la mente es bloquear la capacidad del espíritu para acceder a sus propios recuerdos, con la finalidad de que el espíritu este dedicado por completo a la supervivencia de su cuerpo físico a la preservación de sus genes.
●Cualquier alteración del estado cerebral como un trauma craneo encefálico, un estado de muerte inducida, o un deterioro de sus tejidos producto de un accidente cerebro vascular o de una patología X, o una sobrecarga eléctrica sobre ciertas zonas, afectan al componente espiritual que se encuentra encarnado en este, es decir afecta a la mente, resultando en algunos casos en la liberación del bloqueo que esta ejerce sobre el espíritu.
Pero ¿cómo se relacionan los anteriores postulados de la Teoría Espiritual con los fenómenos de lucidez terminal y las experiencias al borde de la muerte?
Existe una misma explicación a los casos de experiencias al borde de la muerte en que las personas pueden no solo recordar sus experiencias físicas, sino que también recuerdan sus sueños o sus experiencias extracorporeas, aunque sufren una alteración del estado cerebral por una notable disminución de irrigación sanguínea a su cerebro que provoca una evidente inactividad de este; como también en aquellos casos de lucidez terminal en los que pacientes con una alteración importante de sus funciones cerebrales o que experimentan una estimulación eléctrica en algunas zonas de su cerebro, recuperan su lucidez y son capaces de recordar a sus familiares y de sostener una conversación coherente con ellos; pues bien la explicación consiste en que existe una consciencia independiente del cerebro, que no reside en la mente, sino en el espíritu, que permanece aún cuando el cerebro está inactivo o gravemente dañado. Pero nos preguntamos ¿por qué solo cuando el cerebro está gravemente alterado es que el espíritu puede recordar estas experiencias? Porque lo que permite al espíritu recuperar sus memorias de sus experiencias extracorporales es que la mente, componente espiritual del cerebro, se altera al punto que pierde su capacidad de bloquear al espírituy por consiguiente el espíritu puede tener acceso a sus memorias, como en el caso de David un paciente que dejó de hablar y moverse en las semanas anteriores a su muerte. Cuando se escaneó su cabeza, “casi no quedaba cerebro”, explicó el Dr. Haig. Pero en la noche que murió, paso cinco minutos completamente consciente despidiendo a su familia.