Hipótesis de la Mente Como Órgano Espiritual Dependiente del Cerebro y las Existencia de Dos Memorias

Hipótesis de la Mente Como Órgano Espiritual Dependiente del Cerebro y las Existencia de Dos Memorias

I. Introducción

Para la ciencia spiritual el ser humano es el resultado de la unión temporal entre el espíritu que es el portador de la conciencia de ser y existir además de la inteligencia, y el cuerpo que es solo el vehículo de expresión física.
El espíritu posee lo que podríamos llamar una memoria espiritual basada en su atributo inteligencia, la cual mantiene un archivo más o menos detallado de sus vivencias lo que constituye una especie de sustrato sobre el cual se expresa su inteligencia. Más vivencias significa más experiencias que enriquecen su intelecto y lo hacen más sabio, más capaz de entender su realidad y tomar las decisiones adecuadas en armonía con su conciencia.
Sin embargo cuando el espíritu encarna esas memorias son bloqueadas. No se pierden del todo pues son recuperadas después de la desencarnación, como ha sido verificado por los espíritus mismos en las prácticas de la ECB y en los testimonios publicados en la obra de Kardec. Esos recuerdos recuperados no solo incluyen las memorias bloqueadas anteriores a la encarnación, sino también los recuerdos de las nuevas vivencias adquiridas durante la vida como encarnado que dejó atrás.

II. Planteamiento del problema

Según la Ciencia Espiritual (CE), el espíritu antes de encarnar olvida todo su pasado como resultado de una especie de providencia divina que desea evitarle la penosa situación de vivir bajo el constante recuerdo de faltas pasadas. Sin embargo, si tal fuera el caso, y puesto que algunos recuerdos serian más bien útiles que perjudiciales, lo que esperaríamos de una acción divina de tal tipo sería más bien alguna especie de bloqueo selectivo de recuerdos, en el cual algunos recuerdos verdaderamente “contraproducentes” del pasado se bloquearían y otros, los que le portan enseñanzas y experiencias necesarias para el progreso, se recordarían. Al menos eso es lo que esperaríamos que hiciera una inteligencia como la de El Creador estando a cargo directamente de este fenómeno. Pero no es el caso.
La encarnación conlleva un bloqueo total de todo recuerdo del pasado dejando al espíritu que encarna en una situación bastante compleja, pues llega a la vida de encarnado con el nivel de armonía alcanzado hasta ese momento, con su inteligencia expresada al nivel que su armonía se lo permite, pero sin los recuerdos que constituyen las experiencias sobre las cuales esa inteligencia se expresa. Esto y otras evidencias circunstanciales nos llevan a pensar que ese bloqueo de los recuerdos del pasado no responde necesariamente a una decisión directa de una fuente superior, sino que debe ser más el resultado natural e inevitable del fenómeno mismo de la encarnación. Sobre este tema volveré más adelante.
Vemos entonces a un espíritu encarnado que para poder tener una vida de relación a nivel físico debe volver a “cargarse” de recuerdos y experiencias que le permitan expresarse y tener conciencia de sí mismo, porque un espíritu sin memorias, sin recuerdos no sabe como actuar y permanece estacionario; es como una computadora sin archivos, no importa cuán potente sea esa PC si no posee archivos de programas y documentos no tiene forma de demostrar su verdadero potencial.
De acuerdo a la CE el espíritu desde que nace comienza a archivar recuerdos nuevos en su mente. Así, todo lo que sucede durante la encarnación del espíritu pasa por el filtro de la mente que entonces los archiva en una de sus principales funciones, la memoria.
La mente, es una estructura ampliamente discutida y controversial a nivel científico. Según la CE la mente está compuesta por una enorme cantidad de Partículas Espirituales (PEs) integradas a nivel espiritual dentro de una estructura coherente que le sirve al espíritu para tener una vida de relación física a través de intermediar en la comunicación entre el espíritu y el cerebro. Entre las múltiples funciones de la mente está la de la memoria, que como ya se explico, se basa en la fracción de inteligencia de las PEs que la componen.
La mente, dice la CE, se comunica a través de conexiones fluídicos con las PEs encarnadas en las distintas zonas del cerebro a través de las cuales envía y recibe señales que hacen posible tal comunicación. Siendo la mente, de acuerdo a este concepto de la CE, un órgano netamente espiritual y separado del cerbero, se espera entonces que mantenga su integridad más allá de cualquier alteración física del cerebro. En este sentido, una alteración del cerebro solo modificaría los puertos de entrada a través de los cuales la información llega de la mente y viaja hacia la mente. En otras palabras si esta separación entre espíritu-mente por un lado y cerebro por el otro fuera correcta como supone la CE, entonces daños a nivel cerebral no tendrían más efecto que alterar la fluida comunicación del espíritu con su cuerpo y viceversa, pero no alterarían para nada la integridad funcional y la coherencia de información de la mente. Pero ese no es el caso.
Enfermedades como el Alzheimer que produce un daño físico en las células del cerebro de los pacientes conduciendo las células nerviosas a su muerte, simultáneamente conducen a la pérdida de las memorias. Es como si al morir las células con ellas se estuviera perdiendo la información que se supone estaba en las Partículas Espirituales de la mente. Esto, si la teoría de la ciencia espiritual fuera cierta, sería el equivalente a un cantante que olvida las letras de sus canciones como resultado de un daño en el amplificador de sonido o en el micrófono. No tiene mucho sentido.
Pero más complejo aun, existen patologías como el Síndrome de Pérdida de Memoria de Corto Plazo, relacionado con daños en estructuras especificas del cerebro como el hipocampo, en el cual las personas viven situaciones de las cuales son totalmente conscientes y sobre las cuales incluso el espíritu encarnado en ese cuerpo toman decisiones inteligentes, pero a los pocos segundos o minutos esas memorias son completamente olvidadas, no importa cuánto esfuerzo haga por retenerlas. Surge entonces la pregunta, si la teoría de la ciencia espiritual sobre la mente es correcta y la única forma para que el espíritu encarnado tenga noción de lo que pasa físicamente es que la información física pase a través de la mente ¿No se esperaría que esos recuerdos ya estuvieran en la mente espiritual aislados de cualquier interferencia física y por tanto intocables? ¿Cómo es posible que un daño en el hipocampo impida que esos recuerdos se archiven de forma permanente? Y ¿Cómo puede ese daño cerebral borrarlos, si es que consideramos que eso sucede? Y aun más intrigante, puesto que el espíritu ya tomo nota de esos sucesos, los conoció y decidió sobre ellos ¿Por que el espíritu mismo no los recuerda? Incluso si la mente se dañara, el espíritu debería mantener plena conciencia de los actos vividos ¿Por qué no lo hace?
Existen también experimentos en los cuales se ha podido borrar recuerdos en animales de experimentación con el uso de drogas y de nuevo surge la pregunta ¿Cómo puede una droga que actúa a nivel del cerebro que es físico, afectar lo que ya esta archivado en la mente que es exclusivamente espiritual y no depende de lo físico? Y como ya se dijo más arriba, puesto que esos hechos ya los conoció el espíritu ¿Por qué aunque la mente los olvide no los recuerda el espíritu? ¿No deberíamos esperar que el espíritu durante la encarnación conserve memorias de sus propios recuerdos en su inteligencia espiritual?
Queda solo un hecho final por mencionar en esta construcción de un caso que obliga a proponer una nueva teoría de la mente y es el hecho de que los espíritus al desencarnar, incluidos los que han padecido de estos problemas de memoria durante la encarnación, no solo recuerdan completamente su pasado anterior a la encarnación, sino que además parecen adquirir completa conciencia de las vivencias físicas, incluidas las que habían olvidado por deseo propio o por enfermedad durante la vida física. Es interesante anotar como incluso algunas personas en las postrimerías de la muerte física cuando su cerebro está en una etapa de degradación profunda, son a veces capaces de recordar con mucha vividez detalles olvidados de toda su vida, incluso de su infancia lejana. Algunos incluso son capaces de “ver” de nuevo en el mundo espiritual, reconociendo a los espíritus que vienen a acompañarlos en sus últimos momentos. Y la primera pregunta que asalta es ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Cómo puede ser que el cerebro profundamente deteriorado del moribundo le permita recuperar tantas memorias detalladas de su niñez y aun le permita acceder de nuevo a la realidad espiritual de la cual estaba aislado durante la encarnación?
Como se puede ver, los hechos aquí brevemente presentados constituyen un desafío a la actual teoría de la mente propuesta por la CE y obligan a proponer nuevas teorías que expliquen los nuevos hechos. Esa es la responsabilidad de cualquier científico de la Ciencia Espiritual.
Resumiendo entonces:
1. El espíritu al encarnar olvida todo su pasado almacenado en su memoria espiritual. No es un bloqueo selectivo de recuerdos sino un bloqueo total.
2. Al desencarnar el espíritu recupera sus memorias, es decir termina el bloqueo de sus recuerdos, luego el bloqueo está relacionado con el fenómeno mismo de la encarnación.
3. Enfermedades que matan a las células neuronales de alguna forma eliminan los recuerdos adquiridos por la mente del espíritu encarnado, luego debe existir algún tipo de relación directa entre las células cerebrales y la mente misma.
4. El espíritu encarnado durante la vida física no parece ser capaz de conservar sus propias memorias de la vida física y parece depender para ello de los recuerdos almacenados en la mente. Lo que explica por qué daños cerebrales alteran su capacidad de recordar.
5. Al desencarnar sin embargo, el espíritu lo recuerda todo, su pasado anterior a la encarnación y la vida material que acaba de dejar, lo que apunta hacia un bloqueo constante de recuerdos del espíritu que termina con la desencarnación, lo que a su vez apunta a que la encarnación de alguna forma es responsable del bloqueo de recuerdos.
6. En muchos casos, el moribundo a pesar de tener un cerebro altamente deteriorado adquiere una lucidez inexplicable de recuerdos de toda su vida material, incluso los ya olvidados, y hasta puede ser capaz de ver directa y naturalmente en la dimensión espiritual, lo que apunta de nuevo a un cerebro que en las postrimerías de la muerte pierde capacidad de bloquear recuerdos y mantener al espíritu aislado de su propia realidad espiritual.

III. Hipótesis de la Mente y Las Dos Memorias

¿Como podemos entonces conectar todos estos hechos para crear una Teoría de la Mente y los recuerdos más completa? Esta es la propuesta del modelo general presentado como La Teoría Espiritual (TE):
Según la TE todo lo anterior se explicaría perfectamente si se aceptan las siguientes premisas:
1. La mente no es un órgano separado del cerbero sino que depende de la estructura cerebral misma. Es decir, que la mente estaría integrada por las Partículas Espirituales encarnadas en las células cerebrales. Así, a medida que se va formando el cerebro en el embrión por integración funcional de células nerviosas, al mismo tiempo las PEs de esas células se van integrando a nivel espiritual para formar la mente. Esto implica que la complejidad de la mente depende directamente de la complejidad del cerebro y convierte la aparición de la mente en un fenómeno natural que ocurre en todo organismo material con estructuras de complejidad en este o cualquier planeta o universo físico. Así podemos inferir que todos los organismos tienen una mente y que esta es adecuada a la complejidad de su cerbero o estructura de encarnación.

Según este modelo de la mente, los recuerdos adquiridos por el espíritu durante la vida física serian almacenados por las PEs de la mente, que son las mismas PEs encarnadas en las células del cerebro. Y si algo afecta a las células del cerebro indirectamente estaría afectando las PEs de la mente. Esto explicaría por qué enfermedades que matan a las células del cerbero conducen a la perdida de la memoria mental, ya que al matar las células se produce la desencarnación de sus PEs las cuales dejan de ser parte de la mente y con su desencarnación se llevan las fracciones de recuerdos que estas almacenaban. Esperaríamos sin embargo, que el espíritu encarnado en ese cuerpo y que ya conoció de todos estos hechos los recuerde, pero como no sucede nos vemos obligados a concluir que por algún mecanismo sus propios recuerdos son también bloqueados. Sobre ello volveremos con una posible explicación mas adelante.

Según la ciencia espiritual cada PE de la mente almacena una fracción de información, y según la neurobiología la información de un recuerdo se distribuye en distintas células o áreas del cerebro las cuales se interconectan a través de caminos neuronales formando una especie de red de células portadoras de un recuerdo común. Juntando estas dos ideas queda claro que las PEs de la mente que poseen la información de un recuerdo se asocian entre utilizando las conexiones físicas del cerebro. Es decir que la integridad del cerbero es clave para tener una mente funcional. Esta conexión directa entre las células nerviosas del cerebro y las PEs de la mente explicaría también por qué es posible borrar recuerdos con drogas, porque esas drogas alterarían esas conexiones físicas impidiéndole a la persona recordar un suceso determinado. También explicaría por qué daños en ciertas regiones del cerbero conducen a la incapacidad de almacenar memorias de largo plazo, porque este daño impediría que la información se transfiera a través del cerebro (caminos neuronales) a otras regiones del cerebro donde las PEs de esas células estarían encargadas de realizar el almacenamiento a largo plazo de los recuerdos. Es decir, que la información de la partícula espiritual de la mente A que esta encarnada en la célula cerebral “a” conecta su fracción de información “i” que esta en la partícula espiritual de la mente B que esta encarnada en la célula cerebral “b” a través de los caminos neuronales del cerebro entre “a” y “b”, así:

A—-“a”_____________”i”___________”b”—-B
camino neuronal en el cerebro

Queda aún por resolver por qué el espíritu no recuerda esas cosas por sí mismo, lo que veremos en el siguiente punto.

2. La encarnación , y muy seguramente como resultado de la formación de la mente misma, ejerce un poderoso efecto sobre el espíritu atraído para encarnar, a través del cual primero lo domina sumiéndolo en un estado llamado por Kardec como “turbación o confusión”, que poco a poco conduce a un bloqueo total de sus recuerdos anteriores a la encarnación. Este bloqueo de recuerdos sin embargo, sucede a través de un mecanismo que se mantiene activo durante toda la vida de encarnado. Así cualquier recuerdo nuevo adquirido por el espíritu mismo es bloqueado también, dejando al espíritu completamente dependiente de los recuerdos almacenados por la mente asociada a su cerebro. Esto explicaría porque el espíritu no recuerda por si mismo sus propias vivencias cuando el cerebro y la mente están afectados. Enfatizo aquí que lo que sucede es un bloqueo de los recuerdos, no un borrado de ellos, lo que implica que el espíritu en realidad posee recuerdos en sí mismo de todo lo que pasa en su vida física pero no puede recordarlos porque el mismo mecanismo que bloqueo sus recuerdos anteriores a la encarnación sigue activo durante toda su vida para bloquear los nuevos recuerdos que adquiere en sí mismo.

¿Por que existe el bloqueo de los recuerdos del espíritu? Aunque esto hace parte de otra hipótesis de la TE, lo voy a mencionar aquí brevemente. El bloqueo total de los recuerdos del espíritu justo antes de encarnar sucede porque la construcción del cerebro depende exclusivamente del programa de los genes y los genes (o mejor dicho las Partículas Espirituales de los genes) tienen su propia agenda en la vida física, tienen sus propios intereses. Las PEs de los genes solo desean dominar y perpetuarse como se puede ver claramente en todas las formas de vida material. La contenencia por la supervivencia del más fuerte no es más que la competencia de los genes de un organismo con los genes de otro por dominar y perpetuarse.

En este orden de ideas, un espíritu encarnado que pudiera recordarlo todo estaría permanentemente distraído en los detalles de su pasado o en la contemplación de la vida espiritual que dejó atrás, y sería un peligro para los propósitos de dominación y perpetuación de los genes. Así que los genes se las arreglaron para que el espíritu encarnado no recordara su pasado y lo lograron a través de algún mecanismo de bloqueo que depende directamente del cerebro y la mente que ellos mismos codifican. La conexión espiritual radicaría en el hecho de que la PE encarnada en las células del cerebro dependería directamente del balance de “cargas” espirituales de las PEs de los genes de esas células. Esto determinaría el tipo de PEs a encarnar, las cuales responderían a las necesidades de esos genes y puestos que éstas son las misma PEs de la mente, entonces las PEs de los genes se diría que ejercen control directo sobre la mente y el espíritu encarnado. Esta hipótesis al mismo tiempo explicaría por qué en algunas familias parece heredarse la predisposición al desarrollo mediumnímico, porque al heredarse ciertos grupos de genes al mismo tiempo se hereda cierto tipo de “carga” espiritual que predispone a la encarnación de PEs cerebrales (y de mente) con sensibilidad mediumnímica.

3. De acuerdo a todo lo explicado anteriormente, durante la vida material el espíritu adquiere nuevos recuerdos que son almacenados por duplicado: una copia de recuerdos se almacena en el espíritu mismo y otra copia en La Mente. Los recuerdos del espíritu mismo son bloqueados por el mismo mecanismo que bloqueó los recuerdos anteriores a la encarnación, por lo que el espíritu queda viviendo de los recuerdos almacenados en su mente.

4. Si durante la vida material la zona del cerebro asociada con los recuerdos se daña produciéndose la desencarnación de las PEs de esas células que eran las mismas de la mente, entonces los recuerdos de la mente pueden perderse y el espíritu será incapaz de recordar nada. Esto confirma que su otro archivo, el que está en el espíritu mismo está bloqueado permanentemente durante la vida material.

5. En las postrimerías de la muerte, muchas personas experimentan un deterioro constante del cerebro que implica la muerte masiva de células cerebrales y la desencarnación de sus PEs. Puesto que esas PEs eran parte de la mente misma, entonces también la mente se estaría degradando con los cambios del cerebro. Esta degradación simultánea de cerebro-mente lentamente estaría eliminando no solo las ataduras que mantienen al espíritu encarnado, sino que dependiendo de qué áreas se estén alterando también estaría eliminando parte de los mecanismos de bloqueo sobre el espíritu. Así podrían explicarse los casos de personas que antes de morir comienzan a recordar detalles de su pasado. Estos recuerdos no saldrían de la mente que ya está muy deteriorada para ello, sino del espíritu mismo que poco a poco comienza a tener acceso a sus propios recuerdos al cesar los mecanismos de bloqueo que se lo impedían.

De la misma forma, al irse diluyendo el bloqueo que la mente ejercía sobre el espíritu y que lo mantenía aislado de su propia realidad espiritual, el espíritu comienza a percibir aun mas su propia realidad siendo capaz de ver, oír y sentir a los espíritus que lo rodean. No es un desarrollo mediumnímico propiamente dicho puesto que su mente ya está muy deteriorada para ello, sino más bien que el bloqueo sobre el espíritu cesa y el espíritu aun encarnado tiene acceso a su propia realidad espiritual directamente.

6. Luego de la muerte o desencarnación, el cerebro y la mente se disgregan y con ello se pierde por completo todos los recuerdos almacenados en la mente. Al mismo tiempo cesa el bloqueo sobre los recuerdos del espíritu que entonces poco a poco adquiere conciencia de ellos de forma completa. Es entonces que toda su vida se refleja claramente en su memoria confirmando que era un archivo de memorias intacto aunque bloqueado durante la vida física. Valga aclarar brevemente que no todos los espíritus logran un despertar completo y rápido a la realidad espiritual. Muchos de ellos, especialmente los más materialistas y sumergidos en las necesidades de la materia suelen permanecer más tiempo bajo el influjo de las PEs que aún permanecen encarnadas en su cuerpo hasta que la descomposición biológica las libera y recicla completamente. En casos aun más extremos, existen espíritus que aun libres de las ataduras del cuerpo permanecen atrapados en la confusión de sus propias ideas negándose a aceptar la realidad de su nuevo estado de espíritu libre del cuerpo y permaneciendo las cercanías de los ligares materiales donde aun creen existir. Una buena colección de estos testimonios puede leerse en toda la obra de Kardec, especialmente en el libro El Cielo y el Infierno, en la segunda parte “ejemplos”.

Queda abierto el tema para discusión.

Eduardo Sanz

Author: ISRSP

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