¿Es el Espíritu dueño de su Cuerpo?
¿Es el Espíritu dueño de su Cuerpo?
por Miguelangel Pompey
Cuando los Espíritus fueron creados no existía un Cuerpo Material, porque todo era espiritual.
El Cuerpo Humano tampoco fue Creado por el Creador, porque el Cuerpo Humano es el resultante de la evolución de la materia y a su vez la materia existe por los errores cometidos por los Espíritus que se alejaron del Creador. En otras palabras encarnamos en aquello que existe debido a nuestros errores del pasado.
Si se observa lo que sucede en el Mundo Material entenderemos mas por qué el Espíritu no es dueño de su cuerpo. Podemos señalar por ejemplo que nada ni nadie es dueño de cualquier elemento que exista en el Mundo Terrenal y esto incluye a todas las personas y familiares que viven su experiencia material, porque en realidad todos somos seres individuales. Y aunque pareciera que uno posee algo, cuando llega el momento de partir del Mundo Material, eso que parecía pertenecernos –el cuerpo-, quedará en el lugar que le corresponde, en el mundo físico reciclándose una y otra vez haciendo parte de otras estructuras. Es un círculo casi interminable de la materia, que se prolongará hasta que los componentes materiales primarios adquieran la armonía suficiente para retornar al mundo espiritual.
Los únicos elementos que el Espíritu encarnado llevará del Mundo Material a su partida serán las buenas y malas acciones producidas en su vida material, esto marcará su progreso espiritual o no. Esto también indica que nada ni nadie se llevaran las buenas o malas acciones de otros seres que lo acompañaron en su vida material.
Cabe aclarar que aunque el Espíritu que desencarna del cuerpo vuelve a su sitio natural (el Mundo Espiritual), el cuerpo que habitó y que también contiene una vida espiritual, continuará por más tiempo hasta completar su transformación degradándose lentamente mientras libera todos los componentes espirituales encarnados en sus células y demás estructuras biológicas que entonces también retornan al Mundo Espiritual. Lo físico, como ya se dijo, permanece en ciclos muy largos de transformación hasta el fin del universo material.
De algo negativo también se puede producir algo positivo, como se puede observar en nuestra vida material diaria. Por ejemplo de un bosque en llamas, al poco tiempo de ser consumido crecerá como era anteriormente o más fuerte todavía, lo que significa que “no existe la no existencia”. Por un lado todos los elementos materiales seguirán un camino hacia su evolución existiendo en otras formas físicas mientras que los elementos espirituales que estaban encarnados en ellos continúan existiendo en la Dimensión espiritual desde la cual se desprenderán una y otra vez para reencarnar en otras formas biológicas. Es el ciclo de la vida donde lo físico nace y muere y a su vez lo espiritual encarna y desencarna.
Todo funciona como una máquina que trabaja con una precisión difícil de comprender para el ser Humano actual, porque carece del conocimiento espiritual necesario para su comprensión completa, carecemos de las condiciones espirituales adecuadas para entender este mecanismo.
Y así están las personas hoy día, actuando como si al morir se fueran a llevar algo físico, como si pudieran llevarse su cuerpo y sus bienes, cosas que realmente no les pertenece. No entienden que es un imposible.
Es muy importante para todos nosotros entender el por qué existimos y quienes somos realmente. De esta forma quizás el Mundo Material que nos rodea estaría más libre de prejuicios y maldades. Pero no podemos culpar a nadie, es nuestro propio error el causante de todas nuestras vivencias, tanto espirituales como materiales.
agosto 26, 2017
Interesante reflexión que nos lleva a concluir que todo lo material que poseamos o logremos obtener en nuestra vida es prestado pues cuando abandonemos nuestro cuerpo para siempre, este se quedará junto con todas nuestras posesiones materiales en el plano físico.
Solo quiero hacer dos precisiones en relación al artículo, estas son:
1. El espíritu no retorna a la dimensión espiritual cuando ocurre la desencarnación o muerte, pues por su naturaleza espiritual siempre ha habitado esta dimensión, por lo tanto es correcto decir que abandona su unión con el cuerpo físico.
2. Si bien el universo material no fue una creación de Dios, de todas maneras Él creo las leyes por las que este se rige, por lo tanto el universo es en cierto modo una obra en la que se refleja la inteligencia del Creador.