¿Es la Muerte el Fin de Todo?
Aqui les dejo la respuesta a otra de las preguntas planteadas en el foro.
La muerte del cuerpo no es el fin de todo. Nosotros, cada uno de los espíritus que habitamos nuestros cuerpos continuamos existiendo. No es algo que se desprende de nuestro cuerpo al morir, somos nosotros mismos separándonos de él. Lo que tú eres, lo que tú piensas, lo que amas y lo que odias te lo llevas contigo. Eres tú mismo despertando en la realidad o dimensión espiritual, un lugar que al comienzo te será extraño pero que al poco tiempo de la partida ya comenzaras a reconocer como el lugar natural de tu existencia: el mundo espiritual.
El espíritu tuvo un momento de creación pero su existencia es infinita. Fuimos creados en la perfecta armonía de nuestros atributos AMOR-INTELIGENCIA-LIBERTAD pero en el mal uso de la libertad alteramos esa armonía que nos alejo de La Fuente. Ahora estamos sometidos a un proceso evolutivo en el cual buscamos recuperar esa armonía perdida para regresar a la dimensión de la perfecta armonía. No es fácil pero tampoco imposible.
Si aprendemos a reconocer nuestras debilidades será más fácil combatirlas y superarlas. No existe un Dios castigador, ni vengativo, ni cruel, ni indiferente ante el sufrimiento de las criaturas de su creación.
Existe una inteligencia suprema que en la perfección de su naturaleza no se atreve a violar la libertad absoluta que nos otorgó al momento de la creación. En cada uno de nosotros puso las herramientas apropiadas para re-encontrar el camino, pero nos corresponde a nosotros a través de nuestra inteligencia hacer uso de ellas para lograr avanzar.
La evolución del espíritu no puede suceder de forma aislada o individual. Entre más avanzamos mas reconocemos la necesidad de incluir en ese proceso a más y más seres y eso aplica allá en la libertad de la dimensión espiritual como aquí en la vida material. Por eso el egoísmo es la primera debilidad que debemos combatir. Eliminado el egoísmo derrumbamos los muros que nos aíslan de los demás seres haciendo más fácil la evolución conjunta de todas las criaturas.
No necesitas creer en Dios para evolucionar. Puedes considerarlo una hipótesis si lo prefieres. Pero debes encontrar en la armonía de tus atributos la guía que te llevará hacia elevados estados de armonía.
En ese proceso llegaras a encontrar las evidencias contundentes de su existencia. Y si eres de aquellos que tienen la fortuna de sentir una profunda certeza interior de su existencia recuerda que esta te pertenece solo a ti y no se la puedes imponer a nadie. Si la inteligencia suprema nunca violó tu libertad ni aun cuando vio como te desviabas de tu propia evolución, mal haríamos nosotros en pretender violar la libertad del hermano y tratar de imponerle nuestras propias creencias.
La existencia del espíritu y la realidad espiritual una vez verificada científicamente extenderá de manera insospechada el campo de investigación de las ciencias modernas llevándolas a una nueva realidad de eventos mucho más complejos y ricos en fenómenos que los hasta ahora conocidos dentro de la realidad material cotidiana. No es una cuestión de si se lograra esto o no sino de cuando.
Quienes conocemos y estudiamos el fenómeno espiritual tenemos la enorme responsabilidad de poner al alcance del hombre de ciencia moderno esta nueva realidad de existencia, la realidad espiritual, nuestro punto de partida rumbo a la encarnación y nuestro puerto llegada al final de este camino.