Clase # 44: Comunicación Espíritu-Materia
En los cursos anteriores hemos establecido claramente que nosotros, los seres inteligentes que nos manifestamos a través del cuerpo humano, somos espíritus de naturaleza espiritual (es decir que como espíritus existimos en la dimensión espiritual). También hemos explicado que somos espíritus que existimos en la dimensión espiritual y estamos encarnados en un cuerpo material que existe en la dimensión material.
También hemos explicado que las dimensiones vibracionales (Primaria, Espiritual y Material), aunque existen en el mismo lugar infinito, están completamente separadas unas de otras, debido a que cada una existe en su propio rango vibracional. Por consiguiente vibran en lo que podríamos llamar “realidades distintas”.
Así, aunque todas las dimensiones existan en el mismo lugar no se interfieren unas a otras, no se tocan ni se afectan directamente. El único mecanismo conocido hasta ahora que permite una interacción directa entre materia y espíritu es el de la transferencia de información facilitada por la encarnación, que explicaremos en las siguientes clases.
La pregunta lógica que surge entonces es ¿Cómo es posible que dos elementos (espíritu y cuerpo) que existen en dimensiones distintas (dimensión espiritual y dimensión material) puedan conectarse para actuar como una sola entidad como el ser humano por ejemplo? ¿Cómo es posible que el espíritu que está en la dimensión espiritual conozca todo lo que pasa en su cuerpo que está en la dimensión material? Y al mismo tiempo ¿Cómo es posible que el cuerpo que está en la dimensión material actúe de acuerdo a las decisiones de un espíritu ubicado en la dimensión espiritual? ¿Como hace la información para ir de una dimensión a la otra, si hemos dicho que existen en rangos vibracionales distintos y separados? La respuesta a esta intrigante pregunta estaría en los detalles del fenómeno conocido como encarnación.
La encarnación es el fenómeno a través del cual los espíritus nos encontramos estrechamente unidos al cuerpo, tanto que llegamos a creer que somos el cuerpo mismo. Recordemos que si el cuerpo expresa vida y conciencia es porque el espíritu encarnado en él se está expresando. El cuerpo sin el espíritu es solo una masa de tejidos y órganos sin consciencia de sí misma.
La unión del espíritu al cuerpo es tan precisa y eficiente que todo lo que pasa en el cuerpo es conocido y sentido casi instantáneamente por el espíritu. Y al mismo tiempo todo lo que el espíritu decide es ejecutado casi instantáneamente por el cuerpo.
Solo pensemos en este escenario: vamos caminando por la calle y justo al intentar cruzar al otro lado súbitamente nuestros ojos captan la proximidad de un vehículo a alta velocidad. Esa imagen del vehículo acercándose es recogida por la retina de los ojos, convertida en señal nerviosa que viaja por el sistema nervioso a una gran velocidad hasta llegar al cerebro. En el cerebro es procesada a través de los centros nerviosos correspondientes a la visión, que entonces la transfieren a lo profundo de sus células cerebrales hasta que en algún punto esa información abandona la dimensión material y llega a la mente ubicada en la dimensión espiritual; la mente procesa la información del vehículo acercándose, la interpreta y se la re-envía al espíritu que también está en la dimensión espiritual. El espíritu entonces a través de su inteligencia y su experiencia, reconoce el peligro físico al que está expuesto y envía la orden al cuerpo de detenerse y/o retroceder. Entonces nos salvamos de una muerte segura.
Considerando que el espíritu encarnado está en la dimensión espiritual mientras que el cuerpo está en la dimensión material, queda claro que en algún punto durante el recorrido de la información, ésta pasa de la dimensión material a la dimensión espiritual y viceversa; y esto se repite millones de veces al día en la vida de los miles de millones de seres humanos que pueblan la tierra. Es obvio que debe existir un puente permanente de comunicación entre el espíritu encarnado y su cuerpo. Un puente que comunica a las dos dimensiones y al que en la teoría espiritual hemos llamado Puente de Comunicación Interdimensional.
El reto entonces es definir qué es y cómo está constituido ese puente de comunicación interdimensional, cómo se originó, cómo funciona y cuál es su naturaleza. Y una forma de abordar este tema es tratando de entender la encarnación en los seres humanos y de qué forma ocurre el intercambio de información entre nuestro cuerpo y el espíritu que somos.
De acuerdo con la teoría espiritual, puesto que como espíritus estamos unidos directamente al cerebro, entonces es lógico pensar que la información captada por los sentidos físicos viaja hasta el cerebro donde penetra al interior de las células, pasando por su núcleo hasta alcanzar el ADN de los genes.
Desde los genes la información necesariamente debe penetrar hasta lo más profundo de la materia pasando de las moléculas a los átomos, y de allí a las partículas subatómicas donde se encuentran los verdaderos componentes de la materia, las partículas materiales fundamentales. De acuerdo a lo que hemos explicado en clases anteriores, en las partículas materiales fundamentales existe de forma permanente un vórtice que las comunica con la dimensión espiritual. Este vórtice es el puente de comunicación interdimensional.
Estas ideas las desarrollaremos en detalle en las siguientes clases, así que por ahora lo más importante es dejar en claro que:
1. Espíritu y cuerpo habitan dimensiones distintas.
2. El espíritu encarnado está permanentemente conectado a su cuerpo.
3. Entre el espíritu encarnado y su cuerpo existe un intercambio permanente de información.
4. De los puntos 1, 2 y 3 se desprende que entre el espíritu encarnado y su cuerpo existe un puente permanente de comunicación.
5. Por comunicar elementos de dimensiones distintas dicho puente puede ser llamado Puente de Comunicación Interdimensional.