El Cerebro Determina La Encarnación Del Espíritu

Se habla mucho de encarnación, el fenómeno a través del cual un espíritu termina “metido” en un cuerpo, naciendo y viviendo una vida física, pero poco se explica acerca de cuáles son los verdaderos mecanismos que conducen a que esto suceda. ¿Por qué se encarna? ¿Cómo sucede? ¿A qué parte del cuerpo se une el espíritu que encarna? Estas son las preguntas que trataremos de resolver en este tema.

La naturaleza no es caprichosa y las cosas suceden bajo principios claramente establecidos. Y quienes dedicamos nuestra vida al estudio y profundización de la ciencia espiritual estamos obligados, como otros científicos, a encontrar esas leyes, comprenderlas y enunciarlas. Una de esas leyes tiene que ver con la encarnación.

 

De acuerdo a La Teoría Espiritual los espíritus encarnamos en bebes humanos simplemente porque una vez formados esos embriones se crean las condiciones para que la encarnación suceda. Es como un vehículo nuevo, una vez terminado solo necesita de un conductor que lo conduzca para llegar tan lejos como este puedas ir. Solo que en el caso de la encarnación del espíritu este no espera hasta que el vehículo de su expresión, el cuerpo, esté terminado para habitarlo, pues desde mucho antes ya esa unión está sucediendo.

Utilizando el ejemplo del vehículo, es como si el conductor fuera primero invitado a la fabrica a ver como se empieza a hacer su vehículo, y cuando ya está el chasis y la silla puestos entonces es invitado a sentarse en ella y esperar que el vehículo se termine de fabricar a su alrededor, con el adentro cómodamente sentado.

Pues bien, la encarnación del espíritu es similar, con algunas profundas diferencias.

La encarnación de un espíritu queda definida prácticamente desde el momento en que un embrión humano comienza a formarse en el útero materno. En los primero días de formado el embrión, ya espiritualmente existe una señal emitida por este indicando que una “casilla de encarnación” se está gestando. Esa señal es el resultado de la gran cantidad de vibraciones espirituales que son emanadas a la dimensión espiritual por el embrión en formación.

La señal espiritual del embrión llega con especial intensidad a aquel espíritu más afín con sus componentes físicos y espirituales, que entonces presiente lo que se avecina. No está encarnado aun, pero ya sabe que el proceso ha comenzado.

A medida que avanza el desarrollo embrional, un órgano esencial comienza a formase, ese órgano es el cerebro. De acuerdo con La Teoría Espiritual no es todo el cuerpo el que determina la encarnación del espíritu, sino su cerebro. Es ese el órgano que finalmente determina si un espíritu ha de encarnar o no y es la muerte del cerebro y no de algún otro órgano del cuerpo lo que determina su desencarnación.

En forma breve: a medida que se forma el cerebro por migración y multiplicación de células nerviosas en la región anterior del embrión, las Partículas Espirituales encarnadas en estas células a su vez se van integrando espiritualmente para constituir la mente. La mente entonces empieza a enviar poderosas señales espirituales que atraen al espíritu más afín a ese cuerpo.

Una consecuencia secundaria de esa poderosa señal de la mente es que el espíritu va siendo envuelto paulatinamente bajo su control, el cual bloquea sus recuerdos poco a poco sumiendo al espíritu en un estado de inconsciencia profunda similar al del sueño, pero sin imágenes, sin recuerdos y sin ideas. Es el sopor de la encarnación.

Así, a medida que el cerebro se desarrolla y crece, también crece en complejidad su mente que entonces afianza aun más los lazos sobre el espíritu hasta cuando cerca de los nueve meses completa su desarrollo en el útero y el bebe nace a la vida física. En ese momento el espíritu ya atado al cerebro del nuevo ser, se encaja por primera vez de forma estable en su ubicación natural sobrepuesto a los lóbulos frontales para comenzar a aprender del mundo físico a través de los sentidos físicos.
Por eso, aunque exista un solo cuerpo, si en ese cuerpo hay dos cerebros “vivos” también encarnaran dos espíritus, como se puede ver en esta nota de gemelos siameses; porque no es todo el cuerpo el que determina la encarnación sino el cerebro.
http://www.dailymail.co.uk/news/article-2631013/The-baby-two-faces-Conjoined-twin-girls-share-body-two-brains-christened-Sydney-hospital-defy-medical-odds.html?ito=video_player_click

Author: ISRSP

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1 Comment

  1. Deseo referirme a dos aspectos relacionados con la encarnación del espíritu que a mi juicio aún no han sido satisfactoriamente explicados por la Teoría Espiritual (TE).
    Eduardo le quiero plantear unas preguntas por este medio ya que plantean cuestiones que podrían poner en evidencia mi desconocimiento sobre temas bilógicos.

    En primer lugar el planteamiento oficial de la Teoría Espiritual es que el conjunto de genes son los que definen la encarnación, si es un espíritu o una partícula espiritual, su idiosincracia, etc. En lo poco que sé los genes nuestros comparados con los de un chimpancé son casi iguales, incluso si los comparamos con los de un árbol son muy parecidos, entonces ¿cuál es el gen o conjunto de genes que hace la diferencia para atraer y encarnar un espíritu y no una partícula espiritual? Lo que es claro para mi es que no es el volumen del cerebro lo que define la encarnación, ya que el espíritu encarna cuando se cumplen apenas unas semanas de la fecundación del embrión. Cuénteme cual es su apreciación sobre este particular.

    La TE afirma que el órgano que finalmente determina si un espíritu ha de encarnar o no y si ha de desencarnar, es el cerebro, ningún otro órgano del cuerpo puede determinar el.estado de muerte o desencarnación.

    Talvés la pregunta no sea ¿cuál es el gen o conjunto de genes que hace la diferencia para atraer y encarnar un espíritu y no una partícula espiritual? Porque la característica que define la encarnación podría ser la condición espiritual de las Partículas Espirituales encarnadas en las células que hacen parte del sistema nervioso que dará lugar al cerebro, que más adelante se integraran funcionalmente para constituir la mente. La cuestión es entonces la enorme fuerza vinculante que al parecer tiene la vibración espiritual de las partículas espirituales que constituyen el cerebro primigenio del embrión, que son capaces de atraer y encarnar (unir al cuerpo) a un espíritu afin.

    Posteriormente la mente que es resultado de la integración funcional del componente espiritual del cerebro ya formado, se constituirá en un organo espiritual que definirá la relación entre el espíritu y el cuerpo en el cual se encuentra encarnado.

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