Curso de Ciencia Espiritual 2

Clase # 36: La Ley De La Evolución Universal

La evolución es una ley universal. Es un principio que promueve todo lo que existe hacia mayores estados de armonía individual y colectiva. Esto define el Principio Evolutivo

En la Dimensión Primaria donde habitan los espíritus en estado de máxima armonía, la evolución se manifiesta a través de promover la integración cada vez más amplia y armónica de todos los espíritus creados. Es como si la gigantesca masa de espíritus creados avanzara hacia la creación de una gran inteligencia colectiva, suma de sus inteligencias individuales, sin perder su individualidad que a la postre es lo que más enriquece al conjunto.

Luego de la aparición de espíritus en estado de desarmonía, la evolución continúo actuando como una ley universal promoviéndolos hacia mayores estados de armonía individual y colectiva. Es un principio general que garantiza el eventual retorno de todos los espíritus a la dimensión primaria y su constante evolución hacia estados superiores de armonía individual y colectiva.

Con la aparición de la dimensión material y la materia, la evolución también continuó actuando sobre esos diminutos y atrasados elementos espirituales que dieron existencia a la materia, generando la integración funcional de elementos sencillos para crear estructuras de mayor complejidad. Fue así que desde el origen mismo del universo se fueron creando estructuras materiales cada vez más complejas, en un orden que podemos resumir de la siguiente forma:

• Partículas subatómicas se integran entre sí para formar átomos
• Átomos se integran entre sí para formar para formar moléculas
• Moléculas se integran entre sí para formar para formar macromoléculas
• Macromoléculas se integran entre sí para formar células
• Células se integran entre sí para formar órganos
• Órganos se integran entre sí para formar organismos

Es importante mencionar (aunque esto se verá con más detalle en sucesivas clases y cursos), que la integración física de elementos también implica que se da una integración a nivel espiritual de las partículas espirituales encarnadas en ellos. Más aún, mientras físicamente esa integración conduce solo una conexión de partes sumamente básicas, a nivel espiritual lo que vemos es una conexión inteligente entre elementos espirituales cuyo tamaño es más grande (y más inteligente) a medida que se crea una estructura más compleja.

Si bien la ley de la evolución determina en general la dirección en que ha de suceder este progreso, son los elementos involucrados los que eventualmente definen los detalles de cómo va a suceder. La vida biológica se convierte en una expresión del estado de desarmonía de los componentes espirituales encarnados en ella.

Por esta razón, aunque la ley de la evolución marca una dirección en función de promover a todos los seres hacia una mayor armonía, la vida biológica no puede evitar que en ese proceso se manifieste el atraso de esos elementos con expresiones como el egoísmo, la dominación, la imposición, etc. Todas características adquiridas por los elementos espirituales luego de la alteración accidental de su armonía original.

La evolución universal es una ley tan inteligente que de la manifestación altamente desarmónica de los elementos materiales y los espirituales encarnados, es capaz de crear ese progreso que conduce hacia mayores estados de armonía.

No existen varias leyes de la evolución; la evolución universal es una sola. Así, la evolución biológica de las especies es solo la evidencia física de un proceso que nace y se extiende más allá del ámbito material. Así, el cambio de las especies en el tiempo que conduce a la aparición de organismos más inteligentes es solo el resultado de la encarnación de partículas espirituales más grandes (y con mayor proporción del atributo inteligente) así como de un aumento constante en su armonía que hace que esa inteligencia se desarrolle más.

Esa mayor complejidad e inteligencia constituyen un requisito esencial para triunfar en un ambiente competitivo, es la base de la selección natural.

Es un proceso que avanza de lo simple a lo complejo y de lo individual a lo colectivo y eso se puede observar en cualquier nivel de complejidad que se observe en la naturaleza. Un protón o un neutrón no es más que una nueva categoría de materia surgida tras la integración armónica de las Partículas Materiales Fundamentales que los hacen.

Un átomo es otra nueva categoría que surge luego de la integración funcional de protones y neutrones. Y así el proceso continúa con las moléculas, macromoléculas hasta llegar al nivel de la vida celular. Una célula no es más que el triunfo de la integración funcional de una gran cantidad de elementos subcelulares como cromosomas, mitocondrias, ribosomas, etc.

A partir de la integración de células es que surge en siguiente nivel de complejidad que es el de órganos como el cerebro, los pulmones, riñones, hígado, etc., que es lo que da origen a los organismos como plantas y animales incluyendo al hombre, una nueva dimensión en esta escala de integración funcional.

La evolución de la materia debe verse entonces no solo como un aumento en la complejidad física sino también como un aumento en la complejidad de los elementos espirituales encarnados en ella. Así que no hay una evolución material y otra espiritual. Se trata en realidad del mismo fenómeno, es la misma ley emanada de una inteligencia superior, de la Inteligencia Suprema misma.

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