Curso de Ciencia Espiritual 2

Clase # 35: Dinámica Del Cambio Dimensional

Todos los espíritus fueron creados con tres atributos que son Amor-Inteligencia-Libertad. Como seres creados libres los espíritus adquieren consciencia de sí mismos y por lo tanto adquieren la libertad y responsabilidad de la forma como expresan sus atributos. Es precisamente de esa forma como expresan sus atributos que el espíritu adquiere un nivel de armonía particular, la cual se expresa en forma de vibración. El espíritu vibra de acuerdo a la armonía que posee resultado de su accionar en libertad.

Es posible entonces que el espíritu pueda llegar a experimentar alteraciones profundas en su armonía y por lo tanto experimentar cambios profundos en su estado vibracional. Si esa alteración es hacia la desarmonía entonces su estado vibracional caerá a niveles que pueden llegar a ser muy bajos, tanto que pueden llevarlo al límite inferior vibracional de la dimensión en la cual existe y rebasarlo para caer en una dimensión propia de niveles vibracionales más bajos.

Y lo opuesto también es cierto, si un espíritu con un estado vibracional muy bajo actúa en tal sentido que logra elevar su estado vibracional, entonces puede alcanzar el límite superior vibracional de su dimensión y eventualmente rebasarlo para abandonar la dimensión inferior en la cual existe y empezar a existir en una dimensión más elevada.

Esto significa que los elementos espirituales pueden ascender a una dimensión más armónica o caer a una dimensión menos armónica.

Así, si un espíritu puro o totalmente armónico, fruto de sus acciones en libertad experimenta una alteración en la armonía natural de sus atributos, deja de vibrar de forma elevada para empezar a vibrar de forma algo mas baja, lo que ya no es compatible con la dimensión primaria y pasa a existir a la dimensión espiritual o secundaria.

No es que una mano invisible se lo lleva a algún lugar distante donde está la dimensión más baja. En realidad ni siquiera se mueve a otro lugar sino que deja de vibrar en una dimensión y empieza a vibrar en otra dimensión que está ahí mismo, es decir solo cambia de realidad de existencia por su cambio en su estado vibracional. Por ejemplo, para el espíritu que está en la dimensión primaria y experimenta un cambio dimensional de este tipo, la dimensión primaria se desvanece ante sí para dejar de ser su realidad de existencia y la dimensión espiritual de pronto adquiere existencia ante sí pasa a ser su nueva realidad de existencia.

Si teóricamente este mismo espíritu ya sea como unidad o fragmentado en partículas espirituales continuara experimentando caídas adicionales drásticas en su armonía, podría eventualmente llegar a un punto en el cual su estado vibracional es tan bajo que dejaría de existir en la dimensión espiritual y pasaría a existir a una dimensión todavía más baja que sería la dimensión material.

De nuevo, la realidad espiritual dejaría de ser entonces su realidad de existencia y la realidad material pasaría a ser su nueva realidad de existencia.

Contrario a lo que se piensa, si un espíritu unidad pasara a existir a la dimensión material, no seria como un espíritu vagando entre nosotros invisible e inmune a los efectos físicos, no. Una vez ese espíritu adquiera el estado vibracional propio de la dimensión material también adquiriría todas las características propias de los elementos materiales: tendría peso, volumen, masa, ocuparía un espacio e interaccionaría así sea débilmente o indirectamente con todos los demás elementos materiales.

Es decir, sea unidad o partícula espiritual, una vez en la dimensión material adquiriría las propiedades características de las denominadas Partículas Materiales Fundamentales. Claro, sería un tipo muy extraño de materia, porque cada espíritu materialmente sería tan grande como aproximadamente el puno de la mano (que es aproximadamente el tamaño de un espíritu unidad), y a pesar de su armonía extremadamente baja tendría algún tipo de conciencia e inteligencia.

Esto sin embargo no ocurre, o al menos no de forma indiscriminada, es decir la caída constante de elementos espirituales a la dimensión material. Sabemos por los estudios en física que el universo en que vivimos constituye un sistema cerrado al cual no le entra ni le sale materia-energía (ley de la conservación de la masa-energía).

Sabemos que toda la materia que posee el universo hoy día “apareció” durante el Big Bang, pero una vez el universo se comenzó a expandir, es como si el universo se hubiera cerrado para la entrada de más materia-energía.

Es decir que un universo estaría formado por todos los elementos espirituales que se van acumulando en el punto de salida de la dimensión espiritual y el punto de entrada a la dimensión material, pero cuando ese punto de convergencia interdimensional ya no puede contenerlas más, se expande y a partir de ese momento se cierra esa puerta y ya no puede sumarse a ese universo más elementos espirituales para formar la materia, en este punto el naciente universo se expande en un Big Bang y se cierra para impidiendo que le entre mas materia.

De aquí concluimos que si nuevas partículas espirituales siguen cayendo a la dimensión material en forma de Partículas Materiales, estas no pueden caer a un universo que ya se ha expandido por lo que deducimos que esas nuevas partículas materiales pasarían a constituir un nuevo universo, que al igual que el anterior llegaría a su límite de partículas y se expandiría también en un nuevo Big Bang para formar un nuevo universo.

El mismo fenómeno podría repetirse tantas veces como materia llegue a la dimensión material lo que implicaría que es posible la existencia simultánea de muchos universos expandiéndose dentro del espacio infinito de la Dimensión Material.

Esto nos permite postular la posible existencia de otros universos en expansión o universos paralelos a este en el cual vivimos.

De estos análisis también podemos concluir que los espíritus encarnados no están en la dimensión material. El cuerpo si esta en la dimensión material pero los espíritus encarnados están en la dimensión espiritual. Por eso nadie ha logrado jamás probar la existencia de los espíritus con aparatos que miden las cosas materiales. Sobre esto volveremos ampliamente en futuras clases.

De estos análisis también se desprende que si una Partícula Material que obviamente habita en la dimensión material, por efecto de su evolución adquiere la suficiente armonía como para rebasara el limite vibracional superior de la dimensión material, entonces la abandonaría y pasaría a existir a la dimensión espiritual.

Si esto es correcto, significa que eventualmente el universo podría perder materia hasta el punto de desaparecer de lo cual no existe ninguna evidencia actualmente. Sin embargo, hay que considerar que las Partículas Materiales son partículas extremadamente fragmentadas y en un estado extremadamente bajo de armonía, por lo que cualquier cambio en su armonía podría tardar cantidades enormes de tiempo dando así la impresión de ser componentes estables e inmutables del universo.

Por consiguiente cambios evolutivos hacia mayores estados de armonía han de ocurrir de forma extremadamente lenta como para nosotros notarlo aún en el tiempo transcurrido desde la formación del universo. Pero basados en estos análisis proponemos que esto eventualmente puede suceder.

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