Curso de Ciencia Espiritual 2

Clase # 33: De La Partícula Espiritual A La Partícula Material

El fraccionamiento inicial de los espíritus solo fue el evento inicial que dio origen a las partículas espirituales, pues sucesivas acciones que involucraron estas partículas espirituales las condujo a nuevos niveles de fraccionamiento.

Estos eventos no solo se prolongaron por largos periodos sino que alcanzaron niveles de violencia y destrucción incomprensibles hasta entonces.

Los líderes de las agrupaciones pronto descubrieron que con el fraccionamiento de los espíritus si bien perdieron Unidades Espirituales también ganaron una nueva arma de destrucción. Si el espíritu unidad era reticente a los enfrentamientos y mostraba cierto grado de temor, las partículas espirituales en cambio, mostraban un nivel de sometimiento total, obedeciendo sin reparo a las órdenes de sus líderes.

Así, las partículas espirituales fueron puestas en el frente de batalla. Nubes gigantescas de partículas espirituales se enfrascaron en una lucha frenética en la cual se fragmentaban una y otra y otra vez. Y con cada nuevo enfrentamiento era evidente que una densa oscuridad se apoderaba de ellas. Era el reflejo indiscutible de los bajísimos estados vibracionales que estaban alcanzando.

Masas gigantescas de partículas espirituales no solo alcanzaron tamaños solo comprensibles con ayuda de la física quántica, sino que comenzaron a acercarse peligrosamente al estado vibracional de inercia total. Entonces algo inusual y de hondas consecuencias para el espíritu comenzó a percibirse.

Las gigantescas nubes formadas por esa gruesa masa de partículas espirituales que habían entrado en aquella espiral destructiva de choques-fraccionamientos-nuevos choques, de pronto comenzaron a desaparecer de la dimensión espiritual.

Con cada nuevo fraccionamiento las partículas espirituales no solo se reducían en tamaño sino que también experimentaban una caída adicional en su armonía o estado vibracional hasta alcanzar valores extremadamente bajos. Estas extremadamente pequeñas partículas espirituales habían llegado al límite vibracional inferior para la Dimensión Espiritual, un punto que podríamos describir como la puerta de acceso a una Dimensión aún más baja vibracionalmente que la dimensión espiritual, esta nueva dimensión seria la Dimensión Material.

Las partículas espirituales que abandonaron la dimensión espiritual no pudieron penetrar directamente a la dimensión material pues no existía aún un espacio-tiempo donde “caer”, recordemos que tanto el espacio como el tiempo son los componentes esenciales de la dimensión material. Así que comenzaron a acumularse en el punto de salida de la dimensión espiritual y al mismo tiempo el punto de entrada a la dimensión material, en una “área de transición a la que hemos llamado la dimensión transicional o intermedia.

En esta puerta única de entrada a la dimensión material se acumularon mas y mas partículas espirituales de tamaños cuánticos hasta que su concentración fue tan alta que ya no pudieron permanecer allí y la masa de partículas espirituales se expandió en la única dirección posible, hacia la dimensión material. Este habría sido el Big Bang que dio origen al universo conocido.

Las partículas espirituales caídas a la dimensión material constituirían la base de la materia y el punto en el cual la historia espiritual se une a la historia material. El antes y el después del Big Bang. Este evento marca el comienzo de una nueva etapa de existencia para los elementos espirituales desarmónicos. Las partículas espirituales caídas a la dimensión material ahora se llamarían partículas materiales fundamentales.

Este es un punto clave en la comprensión del origen de la materia, pues implica que las Partículas Materiales Fundamentales (PMFs) son en realidad las mismas Partículas Espirituales que abandonaron la dimensión espiritual para caer a la Dimensión Material. Son las mismas pero vibrando de forma extremadamente baja. Cuando estudiamos los componentes más básicos de la materia estamos al mismo tiempo estudiando las fracciones más pequeñas y desarmónicas de los mismos elementos espirituales.

Una vez en la dimensión material las antiguas partículas espirituales ahora llamadas partículas materiales expresan una serie de propiedades que emergen de su particular forma de vibrar en la dimensión material. Propiedades como masa, isospín, carga, etc., son algunas de ellas. La ley de la evolución universal facilitaría que estas partículas materiales empezaran a interactuar entre sí, organizándose para construir todas las formas más complejas de materia que hoy conocemos.

Con la aparición de la materia se comenzarían a dar las condiciones que eventualmente darían origen al fenómeno de la encarnación, un fenómeno que a la postre involucraría también a las unidades espirituales con la aparición en nuestro planeta del homo sapiens.

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