Curso de Ciencia Espiritual 2

Clase # 27 El Espíritu Se Reconoce Por Su Imagen Espiritual

Los espíritus son entidades de naturaleza espiritual, es decir, existen y vibran dentro del rango vibracional propio de la dimensión o realidad espiritual, una realidad que existe por encima de los limites vibracionales de la dimensión material.

De acuerdo con años de testimonios de múltiples médiums videntes, los espíritus en su estado natural son como pequeñas “nubecitas” del tamaño del puño de la mano (unos 200 cm3) y con un brillo que va desde la casi oscuridad total para los mas desarmónicos hasta una luz radiante intensa pero suave de los espíritus mas armónicos.

Esta descripción vale tanto para los espíritus que nunca han encarnado como para los que han encarnado. Pero ¿Por qué entonces los espíritus que ya han encarnado antes aparecen con una forma humana a la visión espiritual? La respuesta corta sería porque esa es la imagen que el espíritu retiene de sí mismo de su última experiencia física. Así, los espíritus que ya han encarnado alguna vez, incorporan como parte de sus vibraciones permanentes información acerca de su vida material, específicamente información del aspecto físico que tuvo el espíritu encarnado.

Es como si el espíritu desencarnado continuara viviendo espiritualmente convencido de que aún posee la forma y personalidad de cuando estaba vivo. Y es precisamente de esa percepción que el espíritu tiene de sí mismo que nace esa imagen que se proyecta espiritualmente a través de sus vibraciones permanentes.

Obviamente a medida que ese espíritu va evolucionando y su armonía se eleva, poco a poco se va desprendiendo de esa creencia, hasta que finalmente reconoce que su experiencia física fue solo un evento pasajero y que su verdadera naturaleza dista mucho de la forma física que tuvo. Sin embargo, cuando se comunica con los médiums vuelve a proyectar esa imagen del ser físico que una vez fue, pero esta vez a través de sus vibraciones transitorias, con fines de ser reconocido.

Entonces, esta imagen que suele llamarse periespíritu no existe como una estructura real sino como información que es transmitida por el espíritu visitante a través de sus vibraciones. Los espíritus aún influenciados fuertemente por su pasada experiencia física la proyectan con sus vibraciones permanente, mientras que los espíritus ya desprendidos de la influencia física lo hacen a través de las vibraciones transitorias, que son las vibraciones que usa el espíritu para comunicarse.

Esas vibraciones son percibidas por el médium que las procesa a través de su mente para formar una imagen precisa del aspecto físico que el espíritu desea proyectar.

Como mencionamos más arriba, los espíritus de baja armonía que están aun muy absorbidos por la experiencia física reciente, viven aun tan convencidos de ser el ser físico que eran, que la proyección de esa imagen es prácticamente automática, como si en verdad así fueran. Por lo tanto siempre se presentan con ella y no puede modificarla.

En cambio los espíritus de mayor armonía, que ya se han desprendido de esa creencia y han “despertado” a la conciencia de su verdadera naturaleza de espíritus, esa imagen ya no se proyecta de forma “automática”, sino por su voluntad de mostrarse así para ser reconocidos por los médiums. Este despertar y mayor control de sí mismos gracias a su mayor armonía, les permite incluso mostrarse en distintas etapas de su vida y no solo aquella en la que mas ser reconocen o incluso proyectarse con otra imagen que puede servirles para mejor ayudar a aquellos con quienes se comunica.

De nuevo es importante aclarar, la imagen espiritual de un espíritu no es una estructura real como tal que viaja con el espíritu sino que se trata de vibraciones transitorias de comunicación que llevan información de esa forma física que tuvieron. Esta es la razón por la cual muchos espíritus durante una cesión mediumnímica pueden incluso ser descritos en un lugar especifico, con elementos físicos que los rodean como mesas y sobre ellas, libros, pócimas, velas y otros elementos que usaban cuando estaban vivos.

No es que el espíritu se desplace con todos esos objetos como parte de su periespíritu, sino que es la forma y el lugar donde se reconoce. Ya ha desencarnado pero sabiendo que piensa y que se reconoce, entonces se cree aun vivo y haciendo todo aquello que era importante y propio de su vida diaria.

Es los mismo que pasa con muchos espíritus que luego de la muerte de su cuerpo, aun creen que están vivos y siguen viviendo en su casa, cuidando sus fortunas y molestándose porque otros han llegado a habitarla o a gastar lo que creen que aún les pertenece. O el suicida que aun se ve cayendo al vacio que lo condujo a la muerte aun después de años de aquel suceso. El espíritu es libre y en su libertad crea su propia realidad.

Es un fenómeno espiritual similar a como funciona la vista física. Cuando vemos un objeto cualquiera con los ojos, lo que captamos son ondas de luz que refleja ese objeto y que la retina convierte en estímulos nerviosos que viajan hasta el cerebro. Allí, son pasados a la mente que se encarga de interpretarlos como imágenes para el espíritu.

Se ha tratado de explicar el periespíritu como una forma fluídica que el espíritu arrastre y que recrea ese aspecto de su pasado material. Tal cosa no existe pues el fluido por ser sustancia inerte no podría por si mismo conforma algo especifico en respuesta a las indicaciones del espíritu. El fluido espiritual no posee inteligencia para interpretar y responder a la comunicación de los espíritus. El fluido solo sirve como sustrato en el cual vibra todo lo que existe.

La imagen fluídica de un espíritu es simplemente una interpretación que hace la mente del médium cuando capta las vibraciones permanentes del espíritu que percibe y les da un sentido de acuerdo a la particular forma que el médium utiliza para interpretar la realidad material.

Ahora, como todos los encarnados compartimos un mismo simbolismo para interpretar esta realidad entonces los distintos médiums coinciden en ello. E igualmente pasaría para un potencial médium propio de otra cultura y civilización distinta. Ese médium potencial eventualmente también podría captar esas vibraciones pero su interpretación estaría más acorde con su propia experiencia y su propio simbolismo interpretativo de la realidad material.

También existen los espíritus que nunca han encarnado, los cuales, por lógica razón no pueden proyectar información física alguna de su pasado. Sin embargo, la mente de los médiums toma esas vibraciones que definen de forma única a ese espíritu y las asocian con ideas o conceptos que mejor los representen. Así, espíritus de gran armonía que nunca han encarnado son asociados con focos de luz muy brillante, con una estrella, una aurora, un atardecer, etc.

En el caso de las Partículas Espirituales se perciben como chispas más claras u oscuras dependiendo de su grado de armonía o desarmonía.

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