Curso de Ciencia Espiritual 2

De acuerdo con los fundamentos de la Teoría Espiritual (soporte teórico de la Ciencia Espiritual), no todos los espíritus se desarmonizaron durante el accidente de la equivocación y una enorme cantidad de ellos aún continúa existiendo en su estado original de armonía en la dimensión primaria.

Esos espíritus, por la naturaleza de su estado de armonía no pueden permanecer estáticos, así que debemos asumir que han continuado con su proceso de avance o evolución, aumentando no solo su comprensión de la realidad que habitan sino también su integración como inteligencias individuales hacia esa gran inteligencia colectiva.

Por su parte, los espíritus que se desarmonizaron no solo no continuaron su proceso evolutivo sino que cayeron a estados de desarmonía o involución. Es decir, se apartaron del camino evolutivo común y todo su trabajo evolutivo actual apenas si está encaminado a devolverlos al punto evolutivo anterior al accidente de la desarmonía.

Esto implica que para cuando los espíritus desarmonizados regresen al punto de partida, estarán muy por debajo del estado evolutivo de quienes no se desarmonizaron, creando una aparente paradoja de desigualdad en la dimensión primaria que sería incompatible con el principio de igualdad original.

Surgiría así la posibilidad de estados evolutivos diferentes dentro del estado de armonía con la existencia de espíritus más avanzados que otros, creando una clasificación de espíritus o estratificación basada en su evolución que violaría el principio de igualdad.

Para resolver esta paradoja existen varias opciones. Una opción probable radicaría en el hecho mismo de la ausencia de tiempo en el mundo espiritual lo que elimina la posibilidad de este hecho ya que no podríamos hablar de que ellos evolucionaron por tanto tiempo antes que nosotros regresáramos, o que transcurrió determinado tiempo entre nuestra caída y regreso.

Pero aunque el tiempo no exista en la dimensión primaria, si existe la dinámica o la inercia así que no podríamos esperar que los espíritus que permanecieron armónicos simplemente hubieran entrado en un estado de letargo inercial a la espera de los espíritus desarmónicos. Eso seria paradójico y va en contravía de la naturaleza vibracional del espíritu y de la ley de la evolución.

Otra posible explicación comprendería un periodo de homogenización post-reparación antes del ingreso de los espíritus re-armonizados a la dimensión primaria, y que consistiría en un intercambio de conocimientos y experiencias entre los espíritus armónicos y los espíritus que recuperan su armonía.

Los primeros le aportarían a los segundos todo lo nuevo aprendido a través de su continuo avance evolutivo mientras que los segundos le aportarían a los primeros todas sus experiencias vividas durante su pasaje por las dimensiones de menor armonía.

Estas experiencias constituirían un conocimiento valioso para quienes nunca se desarmonizaron que vendría a enriquecer la comprensión de la dinámica espiritual, dotando a la inteligencia de más información que contribuiría al proceso evolutivo. Estas experiencias no solo enriquecerían el intelecto de quienes nunca se desarmonizaron, sino que además se convertirían en el mejor antídoto contra una nueva caída en el futuro.

Un proceso así es coherente con la tendencia evolutiva actual que demuestra que la evolución va de lo individual a lo colectivo, en una progresión que involucra cada vez mayor cantidad de seres individuales que aportan su potencialidad para crear esa gran inteligencia colectiva.

Finalmente hay que considerar que todo el tiempo transcurrido desde la desarmonización hasta el regreso de los espíritus a la armonía, eventualmente se diluirá en el contexto de una existencia infinita. Así, las diferencias que éste pudiera haber marcado se desvanecerán cuando las experiencias adquiridas se conviertan en parte del bagaje cognoscitivo de todos los espíritus.